Año CXXXVI
 Nº 49.809
Rosario,
viernes  11 de
abril de 2003
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Guerra en el Golfo. Misteriosa desaparición de la cúpula del poder iraquí
Saddam y su séquito entregaron a los soldados de EEUU un Bagdad "limpio"
¿Cómo supieron los funcionarios y combatientes del régimen que debían abandonar la ciudad?

Anne-Beatrice Clasmann

El Cairo. - Ningún guardia vigila ya los edificios de las embajadas, no se ve a ningún agente o funcionario del partido, ningún miembro de los servicios secretos controla a los periodistas extranjeros en Bagdad. No sólo el presidente iraquí, Saddam Hussein, y su cúpula han desaparecido. Es como si desde el miércoles la tierra se hubiera tragado a las decenas de miles de representantes de este Estado policial. Aunque todavía yacen en ciertos barrios de Bagdad los cadáveres de algunos soldados iraquíes, las calles de esta ciudad de cinco millones de habitantes fueron entregadas prácticamente "limpias" a los soldados norteamericanos, que a plena luz del día circulan confiados con sus tanques por el centro de la capital.
Nadie sabe si Saddam Hussein fue asesinado por sus propios hombres, si se esconde en un túnel de Bagdad, si fue alcanzado por las bombas aliadas o si logró huir al norte del país. Pero independientemente del paradero del ex hombre fuerte de Irak, la pregunta más acuciante es cómo pudieron saber casi todos los funcionarios ministeriales, soldados y combatientes que el miércoles debían iniciar la huida o quemar en casa los símbolos del partido, si según los estadounidenses las estructuras de comunicación estaban destruidas.
"Todo el que de algún modo pertenecía al sistema sabía desde hacía días lo que iba a suceder", opina un funcionario iraquí que ya había predicho el martes la caída del régimen en dos días. "Había un plan: la cúpula se esconde bien en el campo o con personas de confianza y los peces pequeños esperan sencillamente en sus casas", cree.
También los habitantes de la ciudad natal de Saddam Hussein, Tikrit, que durante el régimen del mandatario ocuparon importantes puestos en las unidades especiales del ejército y en el sistema político, parecen haber decidido incluso antes del comienzo de la guerra que no iban a luchar.
El modo en que los soldados estadounidenses lograron poner bajo su control la mayor parte de Bagdad ha hecho sospechar a muchos observadores árabes que la decisión de entregar la ciudad había sido tomada hace tiempo. "La resistencia en ciudades como Nasiriya y Karbala sólo ha retrasado la conquista de Bagdad", señala el ex jefe del servicio secreto iraquí Wafik Samarrai. A su juicio, la resistencia en Bagdad sólo fue simbólica, y la estrategia militar de Saddam un fracaso.

Pacto secreto
Otros, sin embargo, creen que hubo un acuerdo secreto entre los estadounidenses y miembros de la cúpula militar iraquí. El diario árabe Al Hayat aseguró ayer, basándose en fuentes diplomáticas, que es probable que Washington pactara con los generales sunitas para evitar un gran enfrentamiento en Bagdad, Tikrit y otras ciudades de mayoría sunita. Con ello, los estadounidenses pretendían lograr un equilibrio a la dominancia de la población shiita, mayoritaria en el país, de acuerdo con esta hipótesis.
El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, es de la opinión que el gobierno ruso, que mantuvo históricas relaciones con el régimen de Bagdad, jugó en un acuerdo de este tipo el papel de "matrona", y que el "pacto" fue cerrado durante la última visita a Moscú de la asesora de Seguridad Nacional norteamericana, Condoleezza Rice. "¿Dónde estaba de repente la cúpula política, dónde los fedayines de Saddam?", se preguntaba el experto militar egipcio Mohammed Ali Bilal en la televisión árabe Al Jazira. También él cree que hubo un acuerdo secreto.
Sin embargo, el ex jefe del estado mayor egipcio Saadeddin Shasli lo descartaba en la misma televisión. Para él, lo más probable es que se haya producido una traición de los oficiales.
Lleno de amargura, el politólogo iraquí Mohammed al Sheijli habló ayer ante la cámara de un reportero de Al Jazira en Bagdad. "Queríamos ser nosotros los que acabáramos con el régimen", dijo con voz entrecortada. "No queremos a los americanos, que ocupan nuestro país y permiten los saqueos".
No es casual que, de todos los edificios gubernamentales, los soldados estadounidenses sólo protegieran el miércoles el Ministerio de Petróleo. (DPA)



El monumento a los mártires sin las tropas de Saddam.
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