En su visita Nardone estuvo acompañado por el árbitro Ricardo Torino. "Esto es una experiencia de vida que me da mucho placer. Cuando me propusieron ir a una exhibición de ciegos, desconocía el juego. Desde ese día cada vez que entro a la cancha me sorprenden. Comprendés que en realidad el discapacitado es uno, que tiene todos los medios para hacer las cosas. Si bien son disminuidos visuales no lo notás", señaló el juez, que se encargó de remarcar que no hay distinción en las quejas con el fútbol profesional: "Los reclamos son iguales que en una cancha de 11".
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