La pregunta candente sobre el paradero de Saddam Hussein seguía abierta ayer. Expertos estadounidenses en Washington parten de la base de que ya se puede profundizar la búsqueda de rastros de Saddam y sus personas de mayor confianza -a los que parece haberse tragado la tierra- en los búnkers y túneles bajo Bagdad.
En los últimos 20 años, el presidente iraquí hizo construir, según desertores y refugiados, un amplio sistema de lugares en los que esconderse y caminos de huida bajo tierra. Al parecer, estos caminos son tan amplios que los puede recorrer un coche. El antiguo científico iraquí Hussein Shahristani explicó hace poco en la televisión que Saddam cuenta con una red de túneles de más de 100 kilómetros.
El alemán Wolfgang Wendler dirigió la construcción de un búnker cerca del Palacio de la República de Saddam, a orillas del Tigris. El diario Los Angeles Times lo citó diciendo que el búnker, de 14 habitaciones, está recubierto de hormigón con un refuerzo de acero. Las paredes son de 1,5 metro de grosor y el techo de casi dos metros, para protegerlo de fuertes explosiones con bomba y ataques químicos.
Al mismo tiempo, en círculos estadounidenses se mantiene la vaga esperanza de que Saddam ya no esté vivo y sea encontrado muerto debajo de una pila de escombros en el centro de Bagdad. Allí, aviones estadounidenses lanzaron cuatro bombas antibúnker contra un complejo de edificios con un restaurante en el que aparentemente estaba Saddam. Según fuentes estadounidenses, podría llevar días registrar por entero la zona de escombros con un inmenso cráter en el barrio de Al Mansur.
Los conocedores de Irak son escépticos en cuanto a que allí se encuentren las pruebas deseadas por EEUU. Parece poco probable que Saddam se haya dedicado a comer despreocupadamente en un restaurante en vistas de la presencia de las tropas estadounidenses en Bagdad.
Mientras, en Estados Unidos se especula sobre cómo podría ser identificado el cadáver de Saddam. Las televisiones norteamericanas interrogaron a varios especialistas sobre los distintos métodos científicos. Se citó a los servicios secretos, según los cuales se podría intentar "obtener fichas de dentista", para compararlas con los dientes que se encuentren entre los escombros. Lo más seguro serían obviamente los tests de ADN. Sin embargo, los estadounidenses deben reconocer que no cuentan ni con un pelo de él.
"Está en Bagdad"
Dentro de las conjeturas sobre la suerte de Saddam, el líder del principal movimiento de oposición, el Congreso Nacional iraquí, Ahmed Chalabi, afirmó que Hussein y uno de sus hijos "están en la parte oriental de Bagdad", en una entrevista con la cadena estadounidense CNN, en Nasiriya, al sur de Irak. Asimismo, Chalabi dijo que "Alí el Químico" fue sólo herido el sábado pasado en Basora por tropas británicas y logró reunirse con Saddam Hussein en Bagdad.
El dirigente opositor dijo que "no hay prueba alguna de que hayan muerto" en el bombardeo del lunes en el restaurante de Bagdad, "pero se sabe con certeza que su hijo Qusay sobrevivió".
En tanto, ayer también circuló que Tikrit, la ciudad natal de Saddam Hussein, se encuentra cada vez más en la mira de los estadounidenses como posible lugar de refugio del líder iraquí. (DPA y Reuters)