Kuwait. - Dos importantes líderes shiítas en el exilio anunciaron ayer su intención de regresar cuanto antes a Irak. El ayatollah Sadok Al Shirazi, un dignatario shiíta iraquí afincado en Kuwait, se declaró favorable a instaurar un gobierno iraquí una vez que haya terminado la guerra en Irak. "Las tragedias y los dramas vividos por el pueblo iraquí no son más que el resultado ineluctable de la ilegalidad de la clase dirigente en Irak con relación al camino justo del Islam", declaró el dignatario. El ayatollah Shirazi recalcó que "el poder en Irak debe pasar a manos de los iraquíes que tienen que asumir la responsabilidad" tan pronto como concluya la guerra. El nuevo gobierno en Irak debe de estar basado en "los principios de la libertad y de la consulta según las normas islámicas, el multipartidismo y la libertad de empresa", agregó. El ayatollah Shirazi fue condenado a muerte en rebeldía en Irak tras haberse refugiado en Kuwait. "Después de la caída del régimen" de Hussein, los dignatarios de la familia Shirazi, algunos de los cuales residen en Irán, regresarán a Irak para "restaurar su autoridad religiosa en Kerbala", una ciudad santa shiíta al sur de Bagdad. Otro líder shiíta en el exilio, jefe del Consejo Supremo de Irak (Sciri, por su sigla en inglés), el ayatollah Mohamad-Baqer Hakim, quiere regresar a su país tras 23 años de exilio en Irán, según la agencia estatal de noticias iraní Irna. A pesar de que se lo considera uno de los potenciales candidatos para suceder a Saddam Hussein, no queda claro si Hakim integrará la lista de personas que EEUU tendrá en cuenta para integrar la futura cúpula iraquí.
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