Seúl. - Corea del Norte endureció su posición en la crisis nuclear que mantiene con Estados Unidos y las Naciones Unidas, al advertir que sólo si posee una "inmensa fuerza militar disuasiva" podría evitar una guerra entre ambos países. "La guerra en Irak demuestra que permitir el desarme mediante la inspección (de la ONU) no ayuda a evitar una guerra sino que la provoca", afirmó Pyongyang en un comunicado oficial, y agregó: "Ni firmar un tratado de no agresión con EEUU ayudaría", a evitar el conflicto. La ruptura se extiende al Consejo de Seguridad de la ONU, ya que Norcorea ignorará cualquier resolución de ese órgano relativa a su polémico programa nuclear, que permite la producción de material para construir bombas atómicas. Pyongyang, "no va a reconocer ninguna decisión del Consejo de Seguridad en la que participe EEUU", que es miembro permanente, porque Washington la incluyó en el "eje del mal" junto con Irán e Irak. Esta designación la formuló el presidente George W. Bush el año pasado, antes de decidir el ataque unilateral a Irak junto a Gran Bretaña, otro miembro permanente del Consejo.
Mientras las fuerzas norteamericanas afianzaban su control de Bagdad, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte dijo que la guerra liderada por Estados Unidos contra Irak ha demostrado que ni siquiera un pacto de no agresión con Washington podría resolver la crisis nuclear pacíficamente. Washington sospecha que Pyongyang está tratando de desarrollar armas nucleares.
Corea del Norte ha declarado que discutiría el asunto sólo con Estados Unidos y no ante otros interlocutores, como la ONU o los países asiáticos de la región, como parte de un pacto bilateral de no agresión, ya que teme que sea el próximo objetivo de Estados Unidos.
No obstante, el ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores pareció poner en duda dicho tratado, que Estados Unidos no apoya, en un largo comunicado en el que criticó la decisión de la ONU de discutir la crisis nuclear el miércoles. La agencia oficial de noticias Kcna distribuyó el comunicado.
"La guerra en Irak demuestra que permitir el desarme mediante la inspección no ayuda a evitar una guerra sino que la provoca", se afirma en el comunicado. Y ni la opinión pública ni Naciones Unidas pudieron detener a Washington en sus intenciones de ir a la guerra en Irak. "Esto sugiere que ni siquiera firmar un tratado de no agresión con Estados Unidos ayudaría a evitar una guerra".
Un pacto ya no basta, la ONU tampoco
Corea del Norte no siempre cumple su palabra, pero en principio el comunicado marca un claro cambio de la posición anterior en la que Pyongyang proponía un pacto como requisito previo para iniciar las conversaciones nucleares. "Tan sólo una fuerza disuasoria física, una tremenda fuerza disuasoria militar lo suficientemente fuerte para contrarrestar un ataque basado en armas ultramodernas, puede evitar una guerra y proteger la seguridad del país y la nación. Es la lección que aprendemos de la guerra iraquí", declaró Corea del Norte.
Estados Unidos y Corea del Norte llegaron a un acuerdo en 1994, bajo la primera presidencia de Bill Clinton, por el cual Pyongyang se comprometió a suspender su programa nuclear a cambio de petróleo y dos centrales nucleares que utilizan agua liviana, no susceptibles de producir material de valor militar. Sin embargo, Washington dijo en octubre que el Estado comunista había admitido tener un programa nuclear encubierto y paralizó el envío de petróleo.
Corea del Norte, además, ignorará cualquier resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas relativa a su polémico programa nuclear. "No vamos a reconocer ninguna decisión de la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU en la que participe Estados Unidos", se señala en la declaración. (Reuters y DPA)