Año CXXXVI
 Nº 49.803
Rosario,
sábado  05 de
abril de 2003
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Nalbandian y Gaudio lograron los dos primeros puntos de la serie de cuartos de final
Copa Davis: El mejor resultado es 2 a 0
Un equipo implacable. Argentina parece invencible de local y dejó a los campeones del mundo al borde de la eliminación

Alejandro Cachari / Ovación

Buenos Aires (enviado especial).- Shamil Tarpishev, el capitán del equipo ruso, le obsequió el primer punto a la Argentina el jueves, antes del sorteo. Allí anunció que Marat Safin quedaba al margen de la serie por una lesión. Con un poco de suerte podría contar con el número ocho del mundo para el dobles que se disputará hoy desde las 11 de la mañana (televisa TyC Sports). Allí el equipo de Luza dio un paso al frente. El segundo fue cuando, sorpresivamente, se anunció a Nicolay Davydenko en reemplazo de Mikhail Youzhny. Un horror salvo lesión de Youzhny. Todo quedó muy claro 24 horas antes. El tren pasaría por el Monumentalito en la jornada del viernes (ayer). Sólo sería suficiente que los argentinos se subieran a él. Porque como siempre pasa en el tenis, en las series de Copa Davis, inclusive en medio de los partidos, el tren pasa una sola vez. Y hay que subirse. Lo hicieron Nalbandian y Gaudio. Con autoridad, con jerarquía, cada uno con su estilo y gama de recursos pusieron al equipo argentino muy lejos del alcance de Rusia.
Nalbandian se encargó de Davydenko y Gaudio abusó de Yevgeni Kafelnikov. Asunto casi terminado. Argentina se impone 2 a 0 en la serie y saldrá a jugar hoy desde las 11 el match de dobles que podría entregarle el pasaporte -mucho más rápido de lo previsto- para disputar una de las semifinales en septiembre frente a España en Barcelona (estadio cerrado con cancha rápida).
A esta altura, el fervor triunfalista invade el ambiente del tenis argentino con muchísimas justificaciones por ofrecer. Pero no debe soslayarse la ausencia del imponente gigante ruso Marat Safin, artífice del primer nivel mundial que ofrece hoy el tenis de ese país europeo. Disquisiciones al margen, tampoco debe dejarse de lado el dato más trascendente que entregó hasta aquí esta serie de cuartos de final. Argentina está a un punto de eliminar de la competencia al campeón del mundo. Pero aunque está muy cerca la meta, todavía hay que cruzarla. Lucas Arnold y David Nalbandian derrotaron en Moscú a Safin y Kafelnikov 18/16 en el quinto, pero aquello se pareció mucho más a una hazaña milagrosa que a un dato objetivo de la realidad.
Parece difícil a esta altura que Safin pueda jugar hoy, pero Tarpishev tiene tiempo de confirmarlo hasta una hora antes del comienzo del partido. Hasta aquí, Rusia es una incógnita (desde el jueves lo es) y Argentina un equipo confirmado que está dispuesto a dejar todo por seguir.
"Jugando en este nivel va a ser muy difícil que alguien le gane a Argentina en Buenos Aires", se ufanó Gustavo Luza en la conferencia de prensa que compartió con Gaudio al final de la jornada. Puede parecer soberbio, pero objetivamente, y después de unas cuantas series en el país con diferente grado de dificultad, la sensación, desde afuera, sin intereses en juego, es exactamente la misma que la de Luza. El tenis argentino pasa por el mejor momento de su historia y sus jugadores se hacen muy fuertes, casi invencibles, en el polvo de ladrillo vernáculo. Esta vez, la víctima de turno parece ser Rusia. Pero esta historia continuará.



Gaudio y su alegría tras la victoria ante Kafelnikov.
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