Los directivos y simpatizantes de Central están muy preocupados ante la eventual sanción al club por los incidentes del domingo último sobre el final del partido frente a Vélez en Liniers. Por esa razón trataron de averiguar quién había tirado la bomba de estruendo sobre las plateas que ocasionó luego que el árbitro Elizondo diera por terminado el partido un minuto antes. Las indagaciones en la barra brava del club dio resultado negativo y se asegura que desde allí nada se arrojó. Con estos datos muchos ya comenzaron a pensar que, en realidad, los desmanes podrían haber sido organizados por una mano negra de la oposición política a la dirigencia canalla. En otro orden, el plantel canalla volverá a entrenar hoy a las 9.30 en el predio de Palos Verdes.
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