Rodolfo Montes / La Capital
Central terminó una atípica semana de trabajo ayer en el gimnasio cubierto del club Deportivo Español. Fue la estación final de un recorrido que incluyó tres días de retiro espiritual y futbolero en las bucólicas sierras de Tandil, buscando vacunarse en salud de un posible exceso de virus festivo. Hace apenas ocho días consiguió provocar una tarde frenética de goce con el impactante 3 a 0 ante su máximo rival, pero su técnico no quiso dispersar energías y cortó por lo sano. Los sacó de la ciudad aún sensible y alterada por los ecos inevitables del clásico.
Los canallas eligieron realizar en un lugar cerrado su último retoque de preparación física antes de jugarse una carta brava hoy ante Vélez. Con la lluvia que cayó sobre Buenos Aires, el cuerpo técnico prefirió no meter al equipo en un piso embarrado, y arriesgar. Fueron 50 minutos de trabajo recreativo sobre el cuidado piso de madera de la cancha de básquetbol que tiene el club porteño.
La única nota destacada del trabajo que hizo el plantel canalla la dieron el mellizo Gustavo y César Delgado. Los dos se movieron separados del grupo, con leves trotes alrededor de la cancha y un minucioso estiramiento muscular. El volante se recuperaba de una leve molestia en el cuádriceps izquierdo, en tanto que la nueva estrella goleadora se cuidaba de una contractura en los músculos rotadores de la cadera.
De todos modos, Gustavo y el Chelito estarán hoy jugando al 100 por ciento de sus posibilidades físicas. La minipráctica ocupó los primeros 30 minutos con pelota, toques, cargadas, gritos, diversión, clima festivo. El clásico loco, en este caso con el grupo dividido en dos rondas, y con el propio Russo metido en el juego. Después vino una sesión de piques cortos dirigida por el preparador físico las habituales elongaciones.
Distendidos y confiados los jugadores canallas cerraron así la semana pos clásico. En el camino al micro el mellizo Gustavo firmó autógrafos a un grupo de chicos locales que disfrutaron la presencia de los famosos, incluida una nena de 8 años, vestida con la camiseta de Central.
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La Ciudad
