"Aquí no hubo protesta social"

Para los jueces Jukic, Paolicelli y Fierro, la muerte de Walter Campos fue "un caso distinto" al de otros seis decesos violentos ocurridos durante los saqueos de diciembre de 2001 por la represión indiscriminada de la policía. La mención de los camaristas, que en su momento confirmaron el procesamiento de un policía acusado de homicidio simple por la muerte del militante social Claudio Lepratti, parece estar dirigida a los organismos defensores de los Derechos Humanos y a la prensa, que según ellos "encasillan" todos los casos de la misma manera. Dijeron que la muerte de Campos no fue consecuencia de protestas sociales reprimidas "con supuesto exceso policial" sino la defensa ejercida por el sargento Iglesias de la vida de un tercero. "Aquí no hubo protesta social sino gente carenciada que esperaba ayuda alimentaria para mitigar sus necesidades y fue agredida por dos jóvenes armados", sostuvieron. Los jueces remarcaron que fue esa misma gente la que llamó a la policía, y que la intervención de los uniformados para detener esa agresión aumentó la amenaza que significaba Campos y el otro chico hasta llegar al desenlace conocido. Al menos para ellos, la víctima murió porque no había otra forma de impedir que él mismo se convirtiera en un asesino.