Miguel Russo estudia a los rivales casi con obsesión. A tal punto que ayer en el gimnasio del complejo La Cascada, mientras sus dirigidos trabajan con el profesor Cinquetti y el ayudante de campo Hugo Gottardi, el DT tomó su carpeta y en la barra de la confitería del lugar comenzó a repasar unas cuantas hojas en las que tenía impreso el funcionamiento de Vélez. Con zonas defensivas y ofensivas bien marcadas, desplazamientos en las jugadas con pelota parada, movimientos tácticos en defensa y ataque, casi un trabajo de la FBI. Cuando se lo consultó sobre esto, el técnico dijo que estas cosas son importantes para conocer al adversario, que no son determinantes porque una vez en la cancha el futbolista genera jugadas imprevistas, si no sería todo muy fácil. No obstante esta información es necesaria. -¿Sujetás la formación de tu equipo a esta información? -No, uno arma el equipo de acuerdo a sus jugadores y una idea futbolística, pero lógicamente con esta información se trabaja para prevenirse y buscar los espacios que nos permitan jugar.
| |