Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publicaron un manual de alimentación para las personas que conviven con el sida. Entre otras recomendaciones, plantea que las vitaminas y minerales son esenciales para mantenerse saludable. Los protegen de las patologías oportunistas. Son especialmente importantes las vitaminas A, C y E, y en cuanto a los minerales, el selenio, el hierro y el zinc. * La falta de vitamina A incrementa la probabilidad de trastornos gastrointestinales. El sida acrecienta la pérdida de esta vitamina. La contienen los vegetales como la espinaca y la zanahoria, y las frutas. * La vitamina C ayuda a proteger el cuerpo de las infecciones. La contienen los cítricos como la naranja, el limón y la mandarina. El tomate y la papa también son buenos proveedores. * La vitamina E protege a las células y ayuda a resistir las infecciones. Los alimentos que las contienen son los vegetales verdes, las oleaginosas y el maní. * La vitamina B contribuye a mantener el sistema inmune y nervioso saludables. Los alimentos que la contienen son la papa, la carne, el pescado, el pollo, la nuez, el brócoli y los vegetales verdes. * El hierro es para recomponer la deficiencia de anemia. Está presente en la alfalfa, carnes rojas, pollo, pescado y huevos. * El selenio es un importante mineral porque ayuda a activar el sistema inmune. Se lo encuentra en la leche, yogur, queso, carne, pescados, huevos, manteca de maní y nueces. * El zinc refuerza el sistema inmune. La falta de este mineral reduce el apetito. Lo contienen la carne, el pescado, el maíz, el maní y la leche.
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