Sergio Faletto / Ovación
Cualquier hincha fanático diría que está bajo el efecto de un tranquilizante. Pero no. Su calma es auténtica. A 24 horas del clásico el entrenador canalla exhibe moderación. Como si el triunfo ante los rojinegros hubiera ocurrido hace meses. Admite satisfacción, pero ya habla de Vélez. Como para dejar en claro que no hay espacio para relajarse. Y Miguel Angel Russo sorprende con una frase que refleja su pensamiento: "Se ganó el clásico y vamos por más, porque soy de los que menos se conforma con ganar un clásico, yo busco más, ganar un clásico sirve pero Central es un club grande que tiene que alcanzar objetivos más altos, porque no comparto con aquellos que dicen que con este triunfo salvaste el año". -¿Central ante Newell's alcanzó la mayor regularidad en un partido? -El partido salió tal como lo habíamos hablado en la semana previa, que Central lo iba a ganar por actitud y por juego. Tuvimos que corregir algunas cosas en el descanso porque íbamos mucho por arriba y se había convertido en un equipo largo, por eso después logramos implementar la idea de jugar corto y con precisión. Creo sí que demostramos que podemos estar en un pico futbolístico y que ahora tenemos la obligación de seguir incrementando. Porque a los tres minutos del segundo tiempo tuvimos un contraataque en el que quedamos tres contra uno y no lo supimos resolver, y eso ante un adversario más duro lo podés pagar muy caro. Por eso digo que estamos muy satisfechos de haber ganado el clásico, por la gente y por nosotros mismos, pero hay que seguir creciendo porque todavía el objetivo no está cumplido. -El lunes pasado dijiste que el partido con Newell's se definía en gran parte en el duelo Messera con Ponzio y en cierta medida fue así... -Sí, y es habitual que en las charlas técnicas hablemos con los jugadores de las claves del partido que vamos a disputar. Con Lanús dijimos que la cosa pasaba por el mano a mano entre Messera y Moreno, con Racing era Papa contra Vitali y Talamonti con Torres, y en este caso tenía la idea que podía ser determinante lo que sucediera entre Messera y Ponzio, por lo que podía generar cada uno de ellos. Messera jugó un gran clásico, en el primer tiempo cubriendo espacios y en el complemento generando. -¿Respiraste aliviado después del segundo gol? -No, después de los 25 minutos, cuando comprobé que habíamos superado la etapa de nerviosismo. -Dirigiste a Central en tres clásicos, ganaste dos y empataste uno, con siete goles a favor y ninguno en contra... -Yo no manejo las estadísticas. Son accidentes y tuve la suerte de estar como técnico. Pero insisto, busco más. Por supuesto que me reconforta ver a la gente de Central hoy con otra cara, porque yo también tengo otra cara, el aire se respira de otra manera. Pero tengo la responsabilidad de pensar en Vélez y ya trabajo para ese partido. -¿No festejaste en plenitud por respeto, maduración o porque todavía considerás que falta mucho para alcanzar la meta fijada? -Por las tres cosas. Los partidos hay que ganarlos y una vez que lo conseguiste se terminó ahí, ya hay que pensar en el próximo. Entiendo y comparto todo lo que se origina con el folclore, pero no nos podemos detener en un festejo. Hay que seguir porque la historia no te espera, la tenés que protagonizar. -Te aferraste a la mesura. -No, me aferré a la realidad. Recién jugamos el 33 por ciento del torneo y estamos a mitad de camino del objetivo propuesto. Si hoy estuviera en el 80 por ciento del torneo seguramente hablaría de otra manera, pero la realidad es esta y hay que vivirla. Ojo que en esta parte del torneo si tenés un traspié debemos acudir a la calculadora de nuevo. La idea es clara, sacar la mayor cantidad de puntos posible en el menor tiempo. De ahí en más veremos dónde llegamos. -¿En qué momento se cambia la idea? -En el oportuno. Esto es muy sencillo, alcanzado el objetivo original, hacés el click porque la situación te va a llevar a eso. La intención es estar maduros para transitar ese momento. -El posclásico del Apertura fue malo para Central, porque ganó y después estuvo nueve fechas sin ganar, ¿temés que te suceda lo mismo que le pasó a Menotti? -Yo no puedo creer que en el fútbol sea un problema ganar el clásico. Es al revés, ganar un clásico tiene que servirte para revitalizar la confianza. Claro que para eso hay que planificar determinadas cosas, por eso antes de comenzar el torneo les expliqué a los jugadores que había tres etapas, la primera terminó con el clásico, y ahora viene una rápida tarea entre todos de sacar conclusiones para reforzar los aspectos positivos y corregir lo que sea necesario, y cuando digo esto me refiero a las cuestiones futbolísticas, físicas y anímicas. Esto nos va a servir y mucho para comenzar la segunda etapa, que tiene como primer objetivo a Vélez. -¿Cómo se llega a Vélez? -Sin pensar en el posclásico. Pensando en Vélez, con tranquilidad, trabajo y concentración. -Tal vez la debacle de Central después del clásico tenga que ver con que los rivales le tomaron el tiempo al juego que proponía Menotti, algo similar le pasó a Independiente, que tuvo serias dificultades en las últimas fechas antes de ser campeón. ¿Tenés previsto modificar algunas cosas del juego para que Central no sea previsible y así evitar ser vulnerable? -Cuando un equipo está en una etapa de crecimiento sin dudas que al juego le vas agregando cosas, incluso con los mismos jugadores, porque ellos mismos tienen cualidades para desarrollar otras virtudes. Con la misma base y similar esquema, existen alternativas para ejecutar. Si en determinado momento te conviene jugar cinco metros más adelante, lo haremos, y en caso de que convenga esperar diez metros más atrás también lo haremos. Lo importante es que estemos convencidos de que lo podemos hacer. Este equipo tiene potencial para crecer y eso es un lindo desafío.
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