Año CXXXVI
 Nº 49.787
Rosario,
jueves  20 de
marzo de 2003
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Guerra en el Golfo. Los sondeos de ayer marcan el cambio de tendencia
Bush y Blair recuperan apoyo interno en vísperas del conflicto
En EEUU el "sí" a la guerra pasó de 59% a 71% en pocos días; en Inglaterra llegó ayer por primera vez al 50%

Washington. - A medida que se acercaba la hora cero del inminente ataque a Irak, los estadounidenses fueron cerrando filas detrás de su presidente, y los británicos de su primer ministro. Ambos mandatarios recuperaron consenso en los sondeos en los últimos días.
El apoyo de la población estadounidense a la decisión de ir a la guerra contra Irak aún sin la autorización de Naciones Unidas creció de 59 por ciento la semana pasada a 71 por ciento esta semana, según una encuesta que publica ayer The Washington Post.
La "coalición de los voluntarios" ("coalition of the willing"), como la llama la administración Bush, integrada por 30 países que expresaron su apoyo a la guerra de Estados Unidos contra Saddam Hussein, tiene valor político pero no militar. Todos esos países darán, en general, apoyo militar en la posguerra o bien exclusivamente humanitario. Por eso, el anuncio fue hecho por el secretario de Estado, Colin Powell, y no por el de Defensa, Donald Rumsfeld.

Apoyo político pero no militar
En la lista de países favorables figura a la cabeza Japón, la segunda potencia económica del mundo, aunque no enviará hombres al frente. España, líder del grupo filoamericano de Europa junto a Gran Bretaña, también anunció que no participará de los combates pero sí de la posguerra. Esta misma línea mantuvieron Italia, Corea del Sur, Holanda, Portugal y los países de Europa del Este (Polonia, República Checa, Rumania, Eslovaquia, además delas repúblicas bálticas y varias ex soviéticas entre las que destaca Ucrania. Dinamarca enviará un submarino y un destructor y los checos ya tienen en la región batallones especialistas en los efectos de guerra química y bacteriológica. Australia, además de Gran Bretaña, son los únicos que participan activamente y desde primera línea en la guerra. Igualmente, Bush logró una masa de apoyo que muchos no pronosticaban.
Luego figuran otros 15 países que, según asegura el gobierno de Bush, también respaldan a Washington pero no quieren expresar su posición públicamente. Confrontado con el número de aliados en esta guerra es mucho menor al que habían anunciado altos funcionarios del Ejecutivo en días anteriores, cuando hablaban de una cifra cercana a 100.
Los estadounidenses deberán dar la batalla casi con recursos exclusivamente propios, mientras el déficit fiscal aumenta y Bush insiste en que el Congreso debe aprobar su propuesta de reducción de impuestos para las grandes corporaciones y el sector de la población que cuenta con mayores ingresos.
Aún así, el apoyo a la guerra de Bush contra Saddam Hussein está creciendo a ritmo acelerado, un fenómeno impulsado en parte por la cobertura que los medios masivos de comunicación están haciendo con la leyenda sobreimpresa de "Al borde de la guerra".
Según un estudio de la organización de análisis mediático Fair, "los informes de las cadenas están dominados por funcionarios o ex funcionarios del gobierno estadounidense, y excluyen largamente a los estadounidenses que son escépticos o que se oponen a una invasión a Irak". Fair, que examinó todas las fuentes consultadas por las cadenas televisivas en un período de dos semanas, descubrió que menos del uno por ciento de ellas fueron representantes de los numerosos grupos organizados en el país en contra de la guerra.

Blair recupera consenso
Hace sólo unos días los caricaturistas de los diarios representaban al primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, listo para ser decapitado. Ayer, al borde la guerra con Irak, el diario de mayor venta en Gran Bretaña lo ha comparado con el venerado líder británico de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill.
Así son los medios de comunicación en Gran Bretaña, que también reflejan un cambio palpable en el estado de ánimo de la nación profundamente ofendida con la postura bélica de Blair, pero determinada a brindar apoyo a "sus muchachos" cuando comience la batalla.
En la peor crisis en sus seis años de mandato, incluida la renuncia de tres ministros, Blair impresionó el martes a muchos británicos con su discurso, probablemente el más importante en su vida, ante el Parlamento.
Aunque no pudo impedir la mayor revuelta hasta el momento dentro del Partido Laborista, donde casi uno de cada tres miembros se opuso a su política, Blair logró una moción que autoriza "todos los medios necesarios" contra Saddam Hussein.
"Con pasión en la voz y fuego en sus entrañas, Tony Blair aseguró su lugar en la historia junto a Churchill y Thatcher", comentó el tabloide populista Sun, refiriéndose a la ex primer ministra británica, Margaret Thatcher, que lideró a Gran Bretaña durante la Guerra de las Malvinas en 1982.
Según sondeos, que durante meses mostraron una firme oposición de casi dos tercios de los 60 millones de habitantes del Reino Unido, la opinión pública se ha inclinado a favor de Blair en los últimos días. El último sondeo, hecho ayer, mostró que el 50 por ciento favorece la operación militar y un 42 por ciento se opone.



Blair y Bush en la reciente cumbre de las Azores.
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