Gimnasia desaprovechó anoche una estupenda posibilidad de quedar como único puntero en el grupo 4 de la Copa Libertadores, tras empatar sin goles frente al otro líder, Cobreloa de Chile. El Lobo no tardó en demostrar sus ansias por quedarse con el triunfo, pero tal vez ese apresuramiento haya sido la causa fundamental de la falta de claridad. Porque pese a que llegó con asiduidad al arco contrario, en contadas situaciones logró poner a alguno de sus delanteros en posición neta de gol. La más clara de la primera etapa estuvo en los pies de Enría, quien quedó cara a cara con el arquero Nelson Tapia, pero que el trasandino resolvió correctamente enviando la pelota al córner. Y no hubo mucho más que eso al cabo de los primeros 45 minutos. Las aspiraciones del equipo de Ramacciotti no cambiaron en la segunda mitad, es más se potenciaron, como también lo hicieron las imprecisiones. Porque las ganas de quedarse con los tres puntos siguieron chocando contra la humanidad de Tapia, una de las figuras del partido. Más allá de eso Gimnasia dispuso de algunas chances, como la que protagonizó Lobos cuando cabeceó sobre Tapia, pero la defensa naranja despejó sobre la línea de sentencia para que en el rebote Sanguinetti la tirara a la tribuna. Más tarde llegaría una aproximación de Turienzo y un cabezazo del Pampa, otra vez bien resuelto por el uno chileno. Cada minuto que transcurría servía para demostrar que no era la noche de Gimnasia y si bien es cierto que fue el que hizo todo para ganar el partido bien pudo haberlo perdido cuando a cinco minutos del final Martel entró solo por izquierda tras la habilitación de Madrid, pero su remate se fue alto. Lo cierto es que el equipo de Ramacciotti no estuvo a la altura de las expectativas y se tuvo que conformar con un empate ante el limitado Cobreloa.
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