Mauricio Tallone / La Capital
Héctor Baldassi se siente tan cómodo en su rol de árbitro del Central-Newell's que se avecina, que no tiene reparos en reconocer que no esperaba su designación. A dos días de salir por primera vez al Gigante para impartir justicia en un clásico de Rosario, la Coneja se prende en la charla con Ovacion llamando a los recuerdos: "Ya dirigí dos clásicos en mi carrera en cancha de Newell's. Uno terminó empatado 1 a 1 y en el otro ganó Central 2 a 0. Y la sensación que me traje en ambas ocasiones fue la misma: el pueblo rosarino vive de una manera muy especial el enfrentamiento de sus pasiones", rememora uno de los mejores pitos del fútbol argentino. -¿Es cierto que no esperabas que te designaran otra vez para dirigir un Central-Newell's? -No, la verdad pensé que iban a elegir a otro árbitro. Como se hablaba de Elizondo y yo ya había dirigido el último clásico en el Coloso, sinceramente me había descartado. Pero bueno, me dieron otra vez la chance de dirigir el partido más importante de la fecha y lógicamente me siento muy reconfortado. Pero la verdad, me sorprendió la designación. -¿Sabías que en Rosario el tema del árbitro para el clásico es casi una cuestión de estado? -Sí, ya sé cómo viene la mano cuando se enteran del nombre del árbitro que va a dirigir. -Bueno, entonces sabrás que al hincha de Newell's no le cayó muy bien tu elección porque todavía recuerda el gol que le anulaste a Lagorio en el último clásico en el Coloso y que terminó 2 a 0 a favor de Central. -¡Cómo no voy a saber! Nosotros ya estamos acostumbrados a este tipo de reacciones por parte de los hinchas. A pesar de que lo diga la gente de Newell's con respecto a ese partido sigo sosteniendo que fue acertada la decisión que tomamos con mi asistente Jorge Rattalino de anular el gol por posición adelantada de Lagorio. Igualmente los entiendo, es lógico que el hincha se sienta de esa manera. Pero yo no cobro una posición adelantada para satisfacer las necesidades de la gente. -En cambio los canallas te van a recibir bien porque te identifican como el árbitro que impartió justicia justo en el clásico que sepultó la racha de 22 años sin triunfos de Central en el Parque. -Y bueno, entonces algunos no me van a recibir tan mal. No, en serio. En nuestro trabajo la mitad te quiere y la otra te odia. En algún momento esa racha de los 22 años se iba a cortar y desgraciadamente para el hincha de Newell's se cortó conmigo. Son situaciones que forman parte del folclore del fútbol, de las que el árbitro tiene participación porque está cumpliendo su trabajo. -¿Tener dos Newell's-Central sobre el lomo te permiten transitar la semana previa con menos ansiedad que si fueras un debutante? -Está claro que no es lo mismo dirigir estos partidos de tanta convocatoria por tercera vez que hacerlo como debutante. Porque ya sabés con qué marco te vas a encontrar, porque ya conocés la adrenalina con que vive el pueblo rosarino los clásicos. Es indudable que eso influye a la hora de pararte delante de los jugadores. -El hincha de Central y el de Newell's sueñan con un triunfo, ¿cuál es tu anhelo para el sábado? -Equivocarme lo menos posible y que la gente que concurra al estadio se vaya conforme con mi trabajo. -Me parece no va a ser posible tratándose de un clásico. -Sí, ya lo sé. Aunque no pierdo las esperanzas, ojalá que los ganadores festejen y que los perdedores sepan asimilar la derrota. -Entonces pensás que no habrá empate. -No sé, a mí me designaron para dirigir (risas).
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