Hace algunos días, Héctor Veira había anunciado que Damián Manso no iba a estar entre los titulares. La duda que había dejado instalada era si por lo menos podía llegar para ocupar un lugar en el banco de relevos. Ovacion había adelantado en la edición de ayer que el Piojo estaba descartado entre los dieciséis y luego Veira lo hizo oficial y anunció que "vamos a esperar que se recupere bien". Manso, que se perdió los cotejos ante Arsenal, Independiente y ahora Central, había sufrido una distensión del ligamento interno de la rodilla derecha frente a Huracán, en un encuentro correspondiente a la segunda fecha del Clausura. Estuvo enyesado dos semanas y luego comenzó a trabajar pensando en el clásico y no en otro cotejo. El médico leproso, Ignacio Astore, era optimista en que podía llegar a este trascendental choque, pero cuando el jugador debió realizar los trabajos de campo las molestias continuaban y con buen tino se optó por no arriesgarlo. Esta semana era clave. Si lograba responder bien tal vez se lo podía incluir entre los suplentes, aunque la lógica indicara que después de varias semanas de inactividad no iba a ser adecuado hacerlo jugar. Veira, hombre con vasta experiencia, y el médico del plantel optaron por descartarlo definitivamente para llevarlo a la recuperación con paciencia y sin apresurarse. "Hoy no hizo fútbol porque no lo veo bien", sostuvo el DT para enseguida confirmar que no será tenido en cuenta para el sábado. El volante ahora sólo piensa en recuperarse para poder volver al ruedo ante Nueva Chicago, el rival del próximo fin de semana. Claro está que después de esta inactividad le costará encontrar el ritmo futbolístico que se necesita para recuperar la titularidad que en la actualidad es propiedad de Guillermo Marino.
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