Pablo Mihal / La Capital
Mendoza (Enviado especial).- Con un estado de ánimo óptimo, en silencio y pensando sólo en el partido, el seleccionado de Rosario arribó ayer a Mendoza donde esta tarde, a partir de las 17 y con el arbitraje del cordobés Daniel Jabase enfrentará a su par de Cuyo en el partido que pondrá fin a la tercera fecha del Campeonato Argentino 2003. El encuentro, que se disputará en la cancha del club Mendoza Rugby, es -a priori- de pronóstico incierto. Si se tienen en cuenta los antecedentes inmediatos, el local se presenta como un hueso muy duro de roer que incrementa su potencial actuando ante su gente, mientras que Rosario se sabe que deja todo partido a partido y que nunca le sobra nada. En cuanto al partido en sí, es muy probable que no tenga un nivel técnico elevado, pero le sobrará mucha adrenalina. Será una verdadera batalla táctica con Germán Bustos por un lado y con Alberto Di Bernardo manejando los hilos por el otro. Cuyo intentará inclinar la balanza en el primer período, que es donde generalmente hace el mayor desgaste por el lado de sus forwards, aunque también sabe herir con sus backs. Basa su juego fundamentalmente en la solidez de su scrum (formación donde Rosario ha tenido hasta ahora muchos problemas) que bajo la batuta del Puma Federico Méndez se sobredimensiona, en la buena labor en el line y en las patadas tácticas de Bustos. Sin embargo, tiene varios puntos flojos como la preparación física del local no es tan buena como para aguantar los ochenta minutos y su juego decae mucho en el complemento. Los gordos se quedan sin piernas y pasan a ser un equipo vulnerable (esto se vio en las dos primeras jornadas). Otro problema que tienen es la reposición defensiva. Dicho por ellos mismos, el mayor temor pasa por lo que puede hacer Rosario desde las pelotas obtenidas tras un tackle. Es que Rosario intentará mantener esa sólida defensa que viene mostrando partido a partido y a partir de la recuperación de la pelota intentar herir al dueño de casa que, cuando es atacado, suele cometer muchos penales. El conjunto local viene alentado por el triunfo conseguido hace siete días ante Tucumán y más allá de que durante la semana se pensó en realizar distintos cambios ya que el partido con los naranjas les resultó muy duro y hubo varios golpeados, los técnicos Crivelli y Bertranou optaron por poner los mismos quince. Por el lado de los rosarinos, Ricardo Imhoff y Gustavo Minoldo confirmaron el equipo que se vino barajando desde el lunes: Facundo Lluch reemplazará a Federico Kolonisky y Gonzalo Farré ingresará desde el arranque en lugar del lesionado Ignacio Bassetti. Las cartas están sobre la mesa y por más que las estadísticas avalan a Rosario con una amplia ventaja, partidos son partidos y nada está dicho antes de disputarse los ochenta minutos reglamentarios. Recién después se sabrá a ciencia cierta si el equipo de la URR mantiene vivo el sueño de seguir dando pelea. Material tiene, aunque no le sobra nada.
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