Campo Udairi, Kuwait. - Los soldados estadounidenses desplegados en Kuwait han comenzado a probarse sus trajes de protección contra armas químicas y a preparar sus vehículos militares y sus víveres para estar listos a adentrarse en el sur de Irak cuando reciban la orden pertinente, algo que cada día parece más probable y cercano. Vehículos de tipo Humvees, camiones cargados con equipos militares, sacos de arena, aguas y víveres están alineados a la salida de Campo Udairi, una de las bases estadounidenses cercanas a la frontera iraquí. "La mayor parte del trabajo ya ha sido hecho", indicó el comandante Mike Alexander, refiriéndose al largo viaje efectuado por la unidad a la que él pertenece desde su base en Alemania hasta el desierto al norte de Kuwait. "Todos los equipos que ustedes ven están listos para partir", aseguró.
Al mismo tiempo, en el Campo Raider, lugar cercano situado al noroeste de Kuwait, los soldados estadounidenses también empiezan a probarse sus trajes de protección y a preparar sus municiones, signo claro de que la guerra se acerca. Según Matt Paul, comandante de una unidad en este batallón, el hecho de que los soldados hayan abierto los envoltorios donde se guardan sus trajes de protección química es un signo revelador de la cercanía de la ofensiva ya que una vez abiertos, estos trajes se pueden conservar unos 120 días.
Ayer, este batallón de la tercera división de infantería del ejército estadounidense apoyada por unidades del ejército del aire, repitió sistemáticamente el esquema que seguirá durante la ofensiva. "Es un ensayo general para eliminar las posiciones enemigas y abrir brechas" en la defensa iraquí, declaró el lugarteniente coronel Scott Rutter, comandante de un batallón de infantería de la III división.
La guerra psicológica
Estas maniobras son las más importantes desde el inicio del despliegue estadounidense en la frontera de Irak, según Rutter. Según oficiales del batallón, miles de panfletos pidiendo a los iraquíes que se rindan y advirtiéndoles contra el uso de armas de destrucción masiva fueron arrojados sobre Irak durante la noche. En palabras de Rutter, esto forma parte de la guerra psicológica y es un método "muy eficaz". Según este responsable, su batallón desempeñará un papel clave si el presidente estadounidense George W. Bush da órdenes de invadir Irak para derrocar a Saddam Hussein.
Sin embargo y a pesar de la confianza reinante en la 101ª división con sede en Kuwait, algunos pilotos expresaron su preocupación frente a la vulnerabilidad de sus helicópteros en caso de guerra en Irak. El 25 de febrero, un helicóptero UH-60 Blackhawk se estrelló en una misión de entrenamiento nocturno cerca de la capital kuwaití y sus cuatro ocupantes, todos ellos militares, murieron, lo cual recordó la vulnerabilidad de estos aparatos, que se ve aumentada por las tormentas de arena que reducen la visibilidad. La 101ª división es sensible a estos peligros porque su futuro despliegue en Irak se basará en los 270 helicópteros que posee: Blackhawks, Apaches, Chinooks y Kiowa Warriors. Esta división abrió fuego durante la guerra del Golfo en 1991 y destruyó el sistema de radares iraquíes para liberar el espacio aéreo a la aviación aliada. (AFP)