El fallo que redolarizó los depósitos del sistema financiero abrió una brecha que parece insalvable entre los integrantes de la Corte Suprema de Justicia. Los jueces Juan Carlos Maqueda, Antonio Boggiano y Augusto Belluscio manifestaron que el fallo que declaró la inconstitucionalidad de la pesificación constituye "un escándalo y bochorno" para la Corte Suprema de Justicia, de la cual forman parte. Los tres ministros que conformaron la minoría que se opuso a fallar contra la pesificación cuestionaron la intervención en el caso del juez Carlos Fayt, que junto a su colega Eduardo Moliné O'Connor fue recusado el martes último por el Banco Nación, demandado por la provincia de San Luis por convertir a pesos colocaciones por casi 248 millones de dólares. En su última reunión de acuerdo -celebrada el miércoles- la Corte rechazó por "improcedentes" las recusaciones a Fayt y a Moliné sin examinar los argumentos esgrimidos por el Nación para pedir el apartamiento de los dos ministros. El Nación realizó el martes un ofrecimiento para restituir con Boden 2012 los millonarios depósitos puntanos, y en un escrito consignó que en caso de que esa propuesta fuera rechazada procedía a recusar a Fayt y Moliné. "La seriedad y trascendencia del instituto de la recusación impiden su utilización a discreción del litigante, quien carece de la facultad de elegir la separación de los jueces según su comportamiento le satisfaga o le incomode", respondió la Corte. Recordó, además, que Moliné fue recusado porque su voto contra la pesificación trascendió a la prensa pero explicó que nada indica que haya sido el propio juez quien difundió el borrador. Y respecto de Fayt, indicó que su apartamiento fue analizado y rechazado por la Corte, en un pleito similar al de San Luis. Maqueda, Boggiano y Belluscio reaccionaron con furia a esos argumentos aunque no objetaron que Moliné haya firmado la sentencia contra la pesificación. Los magistrados embistieron, en cambio, contra el juez Fayt, a quien -en consonancia con el Nación- reprocharon haber intervenido en el caso pese a ser dueño de depósitos bancarios que, en realidad, el magistrado no había ocultado. El trío que conformó la minoría dijo que Fayt fue al mismo tiempo "juez y parte" y que, la aceptación por parte de la Corte de su participación en el litigio contra la pesificación "desconocería elementales reglas de ética, con el consiguiente escándalo y bochorno para el tribunal". Además agregó que la Corte se disponía a fallar sobre la validez de "normas que hacen a la política económica del gobierno de la Nación, mediante la integración de una mayoría viciada con un juez con un interés concreto en la decisión". También consideró, sin vueltas, que el tribunal quedó "irregularmente constituido". Por eso, para Maqueda, Boggiano y Belluscio, la resolución contra la pesificación adolece de "nulidad". Fayt, en realidad, se apartó voluntariamente de todas las causas contra el corralito y la pesificación, pero su decisión fue rechazada por sus colegas.
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