Mientras los vecinos dialogaban, las luminarias de la plaza se iban apagando una a una. Los presentes se iban trasladando debajo de las lámparas que quedaban encendidas para poder verse las caras. Pero los apagones los perseguían. Entre risas y bronca, el inspector Antegiovanni remarcó que "una plaza iluminada forma parte de la seguridad", comentario que fue apoyado por los vecinos.
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