Año CXXXV
 Nº 49.770
Rosario,
lunes  03 de
marzo de 2003
Min 21º
Máx 28º
 
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Rugby
Rosario le ganó a Tucumán en el debut del Argentino

Pablo F. Mihal / La Capital

Tucumán (enviado especial).- Fue uno de esos típicos partidos entre tucumanos y rosarinos. Con mucha adrenalina y con un resultado incierto hasta el minuto final. Ayer en la cancha de Lawn Tennis, Rosario volvió a vencer a Tucumán, esta vez por un ajustado 16 a 13 aunque el triunfo no dejó lugar a dudas en cuanto a los merecimientos. Porque Rosario fue más inteligente y supo trasladar todo el sacrificio que hizo a lo largo de los 80 minutos al marcador. Así consiguió su tercer triunfo consecutivo ante los naranjas por campeonatos argentinos, luego de las victorias de 2001 (en cancha del SIC) y de 2002 (en Duendes).
El primer tiempo tuvo un claro dominio tucumano. El local, con la pelota en su poder, ejerció presión sobre el conjunto de Imhoff y Minoldo que en cierta medida permitió que le robaran la iniciativa.
Con algunos errores de manejo, Tucumán empezó a arremeter y aprovechó una de las pocas fallas que tuvo Rosario en defensa para desbordar y llegar al try. El partido en líneas generales era parejo, pero Rosario no mostraba un perfil sólido y consistente. En tanto Tucumán limpiaba mejor y más rápido los rucks.
La presión tucumana en ataque se hacía sentir cada vez más. El partido se fue poniendo caliente de a poco. Bosco vio la amarilla por un tackle alto y al minuto Lagarrigue dejó al local con uno menos por agredir a un rival.
A partir de la media hora de juego, Rosario creció. Tenía más pelotas y por consecuencia pudo desarrollar su juego intercalando forwards y tres cuartos. Además, el pie de Di Bernardo comenzó a ser desequilibrante, no sólo en los envíos a los postes sino que manejó tácticamente el partido. Parejos y muy duros, los 40 minutos iniciales fueron una verdadera batalla.
No obstante, el cerrado 10 a 6 con que finalizó el primer parcial dejó un gran interrogante acerca del resultado final.
En el entretiempo la charla entre los rosarinos se basó en dos puntos fundamentales: primero mejorar la marca y después Tato Imhoff se encargó de remarcarles que el partido dependía de ellos mismos. Los jugadores lo entendieron a la perfección y respondieron dentro de la cancha.
En el segundo tiempo Rosario salió a jugarse para definir el pleito. El encuentro estaba para cualquiera. El silencio de la tribuna lo ponía de manifiesto. Rosario tenía un mejor control de pelota y la pareja de medios del Jockey Club hacía estragos.
El equipo tucumano lentamente se desordenó. La presión rosarina hacía sentir su rigor. Lo hacía tanto en ataque como en defensa. Y de una pelota bien defendida en su propio ingoal nació el try de Di Bernardo (la figura del partido), y el marcador cambió por primera vez de manos.
Rosario pasó al frente y defendió con uñas y dientes esa ventaja. Tucumán en tanto, salió como un león herido. Apostó a su maul y a la velocidad de sus tres cuartos. Mientras, el apertura rosarino siguió siendo fundamental para bajar con sus kicks los decibeles tucumanos.
Luego, el nerviosismo propio le jugó una mala pasada al equipo local y permitió que Rosario capitalizara un triunfo importantísimo en el arranque de este 59º Campeonato Argentino.



Simón Boffelli intenta frenar el ataque tucumano.
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