El cáncer de riñón tiene una incidencia en torno al 2 por ciento del total de los cánceres en personas adultas. Por lo general, se estima que los varones tienen el doble de posibilidades de padecer tumores en este órgano y la presencia de casos de la enfermedad en la familia, también puede predisponer a padecerla. El riñón puede verse afectado por varios tipos de cánceres. Los síntomas que pueden hacer sospechar de su presencia son la aparición de sangre en la orina, pérdida de peso rápida e inexplicable, dolor de espalda, fatiga, pérdida de apetito, fiebre e incluso la presencia de una masa o bulto en el abdomen. No obstante, el tumor puede pasar desapercibido y ser un hallazgo accidental durante la realización de estudios de rutina por otros problemas. Si el cáncer no se ha propagado a otros órganos, la extirpación del tumor o del órgano dañado ofrece posibilidades elevadas de curación de la enfermedad. En estos casos el otro riñón es capaz de realizar por sí solo el trabajo de ambos. En el caso de Burgos, el problema se agrava ya que el otro riñón no funciona adecuadamente. Por este motivo, los médicos optarían por hacerle una nefrectomía parcial (extirpación de una parte del riñón) para que el órgano pueda recuperar el funcionamiento.
| |