Fernando Gabrich / Ovación
Madrid (enviado especial).- El día transcurre con normalidad en la España de Aznar. El tema principal del mediodía de un viernes que quiere dejar atrás el invierno sigue siendo la guerra de Irak. Pero de pronto una noticia sacude. Tiene como protagonista a uno de los personajes más queridos en el fútbol peninsular. Los encargados de tirarla al aire son los informativos de Televisión Española y Tele 5. "Al arquero del Atlético de Madrid, Germán Burgos, se le detectó un tumor en el riñón", expresan. Cimbronazo. En segundos la información se propaga, se apodera de las portadas de cualquier web, se comenta en los bares, domina la calle. Todos ruegan para que se trate de una falsa alarma. No es así. La noticia es cierta. El tumor existe y hoy, el Mono, será sometido a una biopsia y si los resultados no son buenos se le practicará una extirpación parcial del riñón afectado. Cómo agravante de la situación, el otro riñón pareciera no estar funcionando adecuadamente. En un principio se había anunciado que Burgos sería sometido hoy sólo a una biopsia. Pero finalmente se supo que el arquero, que ingresó ayer a la clínica Centro de la capital española, tiene una masa de tres centímetros de diámetro y si resultara maligna se le practicará una nefrectomía parcial. En esta operación tratarán de extirparle la zona afectada para que el órgano pueda seguir funcionando. La situación podría ser más complicada ya que el otro riñón no funciona correctamente. La noticia se hizo pública ayer al mediodía cuando Televisión Española lanzó el informe al aire. Y fue duro: "Burgos sufre de un tumor de riñón. La resonancia magnética y el escáner confirmaron hoy el diagnóstico", alertó una voz en off citando fuentes del club sin identificar. Pese a esta información, los servicios médicos del Atlético de Madrid difundieron un comunicado a través de la página web oficial de la entidad donde explicaron que Burgos "está siendo sometido a una batería de pruebas médicas para evaluar la causa de los problemas renales (cólico abdominal) que ha padecido durante los últimos días. Una vez completados, se tomarán las medidas terapéuticas correspondientes, de las que, de acuerdo con el implicado, tendrán completa información en los próximos días". La nota lleva la firma del jefe de los servicios médicos, el doctor José María Villalón. El Mono atajó por última vez el 9 de febrero cuando su equipo empató 1 a 1 en el Sánchez Pijuán ante el Sevilla. En los últimos dos partidos (frente al Mallorca y el Recreativo de Huelva) estuvo ausente por sufrir un estado gripal y dolencias abdominales que habrían llevado a los médicos del club a descubrir la enfermedad luego de someterlo a numerosos estudios. En un marco de silencio absoluto, el único que salió a hacer declaraciones fue el presidente del club, el polémico Jesús Gil y Gil. Y el hombre de las declaraciones fuertes, mantuvo la calma y pidió cautela. "Esperemos que sea una falsa alarma. Mañana (por hoy) hablaremos, pero espero que nos den una buena noticia y no sea nada", afirmó. Mientras tanto, la madre del arquero se tomaba ayer por la tarde un vuelo desde Buenos Aires para estar junto a su hijo. Los mensajes vuelan por internet. "Fuerza Mono", "España está contigo", "No aflojes". "Monomental". La gente ya tomó partido. Burgos está frente a su parada más difícil.
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