La gran mayoría de películas que se producen en Hollywood no son dignas de dicho nombre, consideró el director español Fernando Trueba que presentó su filme "El embrujo de Shanghai" en el ciclo de Cine Español Reciente de Los Angeles. "Salvo un grupo de independientes, la industria de cine norteamericana se ha convertido en una variante de la industria del videojuego", comentó Trueba "Un 95 por ciento de las películas que se hacen aquí ahora yo no las considero películas y me da igual el poderío industrial de Hollywood", agregó el cineasta que en 1994 ganó un Oscar al mejor filme de habla no inglesa por "Belle époque". Considerando que el verdadero éxito de una película es que llegue a realizarse y "no te avergüences de ella", Trueba insistió en la necesidad de cultivar "el buen cine", volver a recuperar el cine narrativo y no tener miedo a las historias complejas. "No todas la películas tienen que ser un éxito de taquilla", dijo Trueba, quien debutó en el largometraje con la inquietante película "El sueño del mono loco", protagonizada por Jeff Goldblum. Presentada por primera vez en Estados Unidos, "El embrujo de Shanghai", adaptación del libro del mismo título de Juan Marsé, es una de esas películas complejas, en la historia y en la forma. Con la imaginación puesta en los filmes hollywoodenses de los años 30 y 40, dos adolescentes, Dani y Susana, escapan a la realidad cotidiana de la Barcelona de la posguerra civil española inventando una historia de amor y aventuras en la exótica Shanghai. "Es un juego entre la realidad y la ficción", afirmó Trueba. "Hay por un lado el mundo real de la Barcelona de la posguerra civil pero mezclado con la evasión de la realidad que suponía el cine en aquella época", dijo. La película habla de "la necesidad de soñar, de escaparnos de la realidad y de creer en un mundo diferente, en el que haya aventuras, amor, peligros". Adaptar a la gran pantalla una de las novelas más conocidas de la narrativa española no fue tarea fácil, admite el cineasta, y le ha valido agrias críticas. "Sabía que me metía en un lío haciéndolo pero creo que si no se mete uno en líos, la vida no tiene mucho interés", dijo el director de cintas como "Sal Gorda" (1984), "El año de las luces" (1986), "Two Much" (1995) y "La niña de tus ojos" (1998). "En otras películas he adaptado novelas cambiando el noventa por ciento, pero en ésta he intentado ser muy fiel porque me gustaba la novela tal cual era y quería contar precisamente esa historia", dijo el cineasta, y agregó: "Para mí el ejercicio estaba más en los visual que en lo literario". Gracias a sus protagonistas adolescentes, la película logra describir un momento oscuro de la historia española desde un punto de vista ingenuo, desde una mirada limpia. "Uno de los períodos más interesantes de la vida de cualquier persona es el momento ese de la infancia donde uno descubre todas las cosas brutales y hermosas de la realidad", considera Trueba. "Las cosas más importantes nos pasan entre los 10 y los 18 años", sostuvo.
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