Londres. - EEUU y Gran Bretaña podrían invadir a Irak a principios de marzo, incluso si los gobiernos aliados que siguen escépticos obstaculizan la ansiada autorización de las Naciones Unidas para el uso de la fuerza. Según analistas, no hay disputas diplomáticas ni manifestaciones mundiales que impidan que el presidente de EEUU, George W. Bush, y el premier británico, Tony Blair, ataquen a Irak con el propósito de eliminar supuestas armas nucleares, químicas y biológicas.
Incluso, una posible resistencia de Turquía a permitir que las fuerzas estadounidenses utilicen sus bases para un plan de invasión de Irak, tampoco impediría un ataque, si bien no es probable que el gobierno de Ankara tome esta decisión. "Mi dinero ha sido apostado a la primera semana de marzo", dijo el asesor independiente de defensa, Paul Beaver. "Los estadounidenses creen que pueden hacerlo rápido y llegar a Bagdad en días. No les importa lo que la comunidad internacional diga al respecto". Beaver señaló que la obtención de una segunda resolución de la ONU a finales de febrero podría tener un impacto sobre la posibilidad de una guerra. "De otra forma, sería en abril", añadió, y citó la preferencia del ejército de EEUU por atacar bajo la oscuridad de la luna nueva. El próximo ciclo lunar será del 3 de marzo al 1º de abril.
Diplomáticos de las Naciones Unidas dijeron que Washington y Londres quieren esbozar una resolución de la ONU en la que el Consejo de Seguridad autorice una operación militar a fines de este mes. Pero con la división existente en el Consejo de Seguridad y las amenazas de Francia de vetar una segunda resolución, otra opción sería que los inspectores de armas de la ONU asignaran a Irak tareas específicas de desarme. El incumplimiento iraquí de dichas tareas despejaría supuestamente el camino para otra resolución.
El peligro para Washington es que una maniobra así podría perjudicar la planificación del ejército basada en las condiciones del tiempo y el problema que representa tener muchos soldados inactivos en la región.
El peligro para Washington es que una maniobra así podría perjudicar la planificación del ejército basada en las condiciones del tiempo y el problema que representa tener muchos soldados inactivos en la región.
Obtener una resolución
Toby Dodge, experto en Irak de la universidad Warwick, en Gran Bretaña, dijo que la próxima semana la atención estaría centrada en obtener una segunda resolución de la ONU autorizando el uso de la fuerza a pesar de la férrea oposición de Francia y otras naciones. Dodge dijo que la guerra podría comenzar a principios de marzo. "Si EEUU y Gran Bretaña se guían por la ONU, entonces demorará un poco más, porque requerirá de más coordinación", agregó. "Claro, el ejército estará listo para la segunda semana de marzo y espero que una guerra por aire dure de dos a tres semanas".
Bush reiteró el martes que aunque preferiría otra resolución de la ONU, no veía necesidad de una porque Irak estaba desafiando la resolución 1441 del año pasado que le dio la última oportunidad para desarmarse o enfrentar "graves consecuencias". Sin embargo, Bush sabe que ir a una guerra sin la aprobación de las Naciones Unidas podría causar un desastre político a su aliado, Tony Blair, y perjudicaría cualquier proyecto de persuasión de otras naciones para que compartan la carga de mantener la paz y la reconstrucción de Irak después de una guerra.
La nación que actualmente preside la Unión Europea, Grecia, que considera que aún no se han agotado los medios pacíficos para solucionar el conflicto, dijo que la ONU debería demandar formalmente que Irak conteste preguntas formuladas por los inspectores en su informe del 14 de febrero ante el Consejo de Seguridad.
El jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, dijo la semana pasada que Irak no había informado sobre muchos tipos de armas prohibidas y que tenía que explicar qué ocurrió con sus reservas de ántrax, gas nervioso VX y los misiles de largo alcance. Blix y Mohamed ElBaradei, presidente del Organismo Internacional de Energía Atómica, volvieron a informar al Consejo el 28 de febrero. Su evaluación conjunta sobre la cooperación iraquí, que implicó que todavía no se puede calificar a las inspecciones de inútiles, se produjo después de un fin de semana enmarcado por manifestaciones antibélicas de millones de manifestantes en todo el mundo.
No se amedrentan
La oposición en las calles y en las Naciones Unidas sólo consiguió que Bush y Blair continúen alegando que las supuestas armas de exterminio de Irak constituyen una amenaza inminente para sus vecinos y para el mundo, y que Saddam Hussein podría compartir su arsenal de destrucción masiva con grupos extremistas. Bush sostiene que Irak tiene vínculos con la red Al Qaeda de Osama Bin Laden. Blair ha recalcado el "caso moral" de una guerra, señalando que las manos de Hussein están ensangrentadas.
Faleh Abdel-Jabar, académico iraquí en Londres, dijo que Bush y Blair se han apartado de su justificación original de una guerra: la necesidad de eliminar posibles armas de exterminio en Irak, prohibidas por las Naciones Unidas. "Bush y Blair están en algo diferente, aunque tienen la misma agenda", dijo Abdel-Jabar, pronosticando que el conflicto bélico con Irak comenzaría a mediados de marzo.
Turquía, que está buscando mejoras en un paquete de compensación económica que sería otorgado por EEUU, dijo que estaba demorando la decisión de permitir a las tropas estadounidenses que se asienten en sus bases para una posible invasión de Irak. Pero Washington expresó que el tiempo para negociar con Turquía, considerada como trampolín para un ataque contra Irak desde el flanco norte, estaba llegando a su fin.
Analistas dijeron, sin embargo, que se sorprenderían si Ankara rechaza el paquete de ayuda estadounidense y mantiene a las tropas de EEUU fuera del territorio turco. (Reuters)