El presidente Eduardo Duhalde intentó desacreditar ayer las durísimas imputaciones que le propinó su archirrival Carlos Menem al considerar que fueron pronunciadas por un hombre "mayor", y -casi como se trata a un anciano- sólo se limitó a pedirle "que se porte bien". Luego ratificó su adhesión al nuevo espacio renovador peronista que integran, entre otros, Néstor Kirchner y Felipe Solá.
"Respeto mucho a la gente mayor, pero le aconsejo al ex presidente que se porte bien", se limitó a decir Duhalde en respuesta a las afirmaciones triunfalistas realizadas el jueves por Menem, quien aseguró que ganará los comicios en primera vuelta. Además, el riojano había acusado a Duhalde de intentar proscribirlo y comparó su gobierno con una dictadura militar.
Al inaugurar un laboratorio creado por la Municipalidad de Hurlingham, el jefe del Estado, renovó su apuesta por la candidatura presidencial de Kirchner al señalar que hizo "una opción por la renovación porque creo que no se puede construir el futuro volviendo al pasado" y aseguró que "colaborará" con ese sector partidario.
De evidente buen humor, Duhalde -quien estuvo acompañado por el gobernador bonaerense, Solá- dijo que está "como los Chalchaleros; me estoy despidiendo en todos lados". La broma aludía a su costumbre de recordar en cada acto que preside que su gobierno se va el 25 de mayo.
El presidente no quiso pronunciarse sobre los posibles candidatos a secundar a Kirchner en la fórmula presidencial y sostuvo que ese tema "debe decidirlo" el gobernador santacruceño. También negó que su sector trabaje para fortalecer la imagen de Kirchner en el interior, al sostener que el candidato "es suficientemente grande y con mucha experiencia" como para apuntalarse solo.
Por otra parte, proyectó al gobernador bonaerense como un posible presidenciable para las elecciones del 2007 y lo consideró parte de la "dirigencia joven" que representa la renovación. "Solá es un hombre honesto a carta cabal, trabajador. Vamos a estar cuatro años para ver si tenemos a alguien para proyectar a nivel nacional", dijo.
También aseguró que transita los últimos meses de su gestión "con alegría, porque sé que voy a dejar una dirigencia joven que se va a renovar y que es la verdadera expectativa esperanzada de la Argentina".
Además de Solá, Duhalde estuvo acompañado por los ministros de Salud, Ginés González García, y de Justicia, Juan José Alvarez, así como por el obispo de Morón, Justo Laguna.
En la ocasión el presidente elogió a varios de sus colaboradores. De Alvarez, dijo que "seguramente la historia le tiene preparado un lugar preponderante". Del jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, y de los ministros Aníbal Fernández (Producción) y González García, subrayó que "le han puesto el pecho a las balas en los momentos difíciles".
A su turno, Solá elogió al presidente al afirmar que cuando asumió la primera magistratura "encontró todo mal, pero va a entregar un país con esperanza en los próximos meses" a quien lo suceda. Luego, en declaraciones de prensa, el mandatario adelantó que en los próximos diez días definirá quién lo acompañará en la fórmula para la Gobernación ya que debe definirse entre "una o dos personas".
En su discurso, Duhalde volvió a reiterar que "lo peor de la crisis ya pasó" y que el único camino "para superar las dificultades" que subsisten en el país es "el trabajo y la producción".
Luego sostuvo que "hoy es negocio producir en el país", y señaló que el récord histórico registrado en el turismo y el agro "no es casual", sino el producto de las políticas implementadas.
Finalmente, manifestó en forma tácita que luego de dejar el poder no volverá en el corto plazo a presentarse a cargos electivos ya que -afirmó- luego del 25 de mayo trabajará por el país "desde el llano".
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La Ciudad
