El ala izquierda del Columbia estaba probablemente perforada a la altura del tren de aterrizaje cuando regresó a la Tierra el 1 de febrero pasado, causando su destrucción, según las primeras conclusiones de una comisión investigadora independiente. Al ingresar en la atmósfera, el transbordador espacial es rodeado por una bola de fuego, que los ingenieros denominan plasma, es decir los gases del aire calentados a grandes temperaturas (más de 1.100 grados).
"Análisis térmicos preliminares de un equipo de la Nasa muestran que la sola presencia de plasma (en el interior del ala) podría explicar las señales de (altas) temperaturas constatadas en el compartimiento del tren de aterrizaje izquierdo", afirmó un vocero del Consejo de Investigación del Accidente del Columbia (Caib).
La nave sólo cuenta con la protección de las cerámicas de su revestimiento térmico. Una pequeña brecha en este revestimiento habría bastado para dejar entrar una parte de los gases calientes. Ahora bien, la estructura del ala se compone de aluminio y no puede resistir temperaturas de más de 175 grados.
Desde el día siguiente de la catástrofe, la Nasa indicó que las primeras anomalías se habían constatado en el compartimiento del tren de aterrizaje izquierdo del Columbia, cuando se zambullía en la Tierra a 21.000 kilómetros por hora.
El centro de control de Houston (Texas) detectó entonces temperaturas más elevadas de lo normal en los circuitos hidráulicos del tren de aterrizaje del ala izquierda, y una pérdida repentina de las telemedidas de presión de los neumáticos, que se extendió a todo el ala.
Varias causas posibles
La Caib todavía no esboza teorías sobre el origen de la fisura del ala, pero estima que la ausencia de una cerámica termoprotectora no es suficiente para causar la brecha.
Ahorase deberán estudiar varias posibilidades: la falla de una junta de la puerta del tren de aterrizaje; el impacto de un micro-meteorito, o los daños por el golpe de un trozo de material aislante durante el despegue.
En efecto, 80 segundos después del lanzamiento, un trozo de material aislante se desprendió del tanque de combustible externo central de la nave, golpeando las cerámicas del revestimiento térmico del ala izquierda del Columbia.
Confiando en recomendaciones de los ingenieros de la Nasa, el 28 de enero los responsables del vuelo concluyeron que el impacto no había averiado la nave al punto de representar un riesgo cuando entrara en la atmósfera.
La junta dijo que los investigadores estudiaban otras alternativas, como que el plasma logró filtrarse a través de la cubierta exterior del transbordador hacia la cavidad de las ruedas y otra parte del ala También descartaron los temores de que un problema en el tren de aterrizaje izquierdo pudiera haber causado que la nave se desintegrara sobre Texas, como sugirió un ingeniero de la Nasa en un mensaje electrónico dos días antes del accidente.
"Otros datos de vuelo no apoyan la posibilidad de una salida anticipada del tren de aterrizaje izquierdo", dijo la junta.
Los primeros informes de la junta fueron distribuidos por la Nasa, que ha sido criticada por no mantenerse al margen de la investigación independiente designada pocas horas después de la desintegración del transbordador.
La búsqueda de fragmentos de la nave continuaba en Texas, donde un análisis preliminar de grabaciones de ondas de sonido de baja frecuencia indicó que el transbordador explotó entre las ciudades de Amarilla y Lubbock, unos 530 kilómetros al oeste de Dallas.
Los datos de delicados equipos que graban infrasonidos, ondas de baja frecuencia que no capta el oído humano, fueron enviados a la Nasa, dijo Eugene Herrin, un geofísico de la Universidad Metodista del Sur en Dallas, \Según Herrin, los datos indican una sola explosión sobre Texas. Una estación de rastreo en Nuevo México mostró a la nave intacta cuando pasaba sobre ese Estado.
Los científicos operan un sistema mundial de detectores de infrasonido que graban fenómenos como bombas sónicas. Los equipos rastrean toda alteración en la atmósfera, como explosiones nucleares, paso de meteoros e incluso huracanes.
Herrin dijo que el infrasonido probablemente registró el momento en que el transbordador explotó, pero los resultados son preliminares. (AFP y Reuters)