La licitación de impuestos: aceptan hasta 80% con bonos

La Secretaría de Hacienda difundió ayer los resultados de la primera licitación para el pago de impuestos con títulos públicos, bajo la nueva metodología que establece un cupo mensual de 80 millones de pesos, destinada a grandes y pequeños contribuyentes para el mes de enero pasado. En la operación de grandes empresas el gobierno aceptó una tasa de corte del 64,3 por ciento y en el caso de pequeños contribuyentes un 20 por ciento. Esto significa que aceptó cobrar un 36 y un 80 por ciento de impuestos con títulos públicos, respectivamente.
La licitación se dividió en dos segmentos, y entre los grandes contribuyentes (montos mayores a 100 mil pesos) se recibieron 120 ofertas por un total de casi 199 millones de pesos, de los cuales se aceptaron 94 por un monto de 166.868.377,14 pesos, informó ayer un vocero de la Secretaría de Hacienda.
La tasa de corte entre los grandes contribuyentes quedó en 64,309, por lo que en certificados de crédito fiscal (CCF) se podrán pagar hasta 59.557.223,80 pesos.
Por otra parte, en la licitación entre pequeños contribuyentes se recibieron 258 ofertas por un total de 6.078.000 pesos, de los cuales se aceptaron 246 por un monto de 5.930.498,29 pesos.
En este segmento la tasa de corte quedó en el 20 por ciento, por lo que se pagarán hasta 4.744.398,63 pesos en CCF y 1.186.099,66 en efectivo.
La licitación se realizó en forma electrónica y quienes adhirieron podrán pagar impuestos vencidos o vigentes, excepto los vinculados con la seguridad social. Las convocatorias se efectuarán el penúltimo día hábil de cada mes, y la próxima licitación está prevista para el 27 de febrero, según anticipó un vocero de la Secretaría de Hacienda.
La posibilidad de pagar impuestos con títulos públicos surgió en 2001 por una disposición del entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, como una forma de vigorizar estos bonos y fortalecer su cotización.
No obstante, todo cambió a partir de la declaración del default y la caída del valor de los títulos soberanos de la Argentina, y el año pasado el pago de impuestos con bonos comenzó a afectar la recaudación impositiva y, por consiguiente, la coparticipación federal.