Nueva York. - Una nueva batalla se anuncia en el Consejo de Seguridad de la ONU entre adversarios y partidarios de una nueva resolución sobre Irak, que Washington dijo estar dispuesto a aceptar, luego de semanas de rechazar la alternativa. "Estados Unidos se alegraría y apoyaría una nueva resolución que demuestre que el Consejo de Seguridad apoya sus demandas anteriores", declaró el presidente George W. Bush el jueves.
"Pero las resoluciones significan poca cosa si no existe determinación. Y Estados Unidos, junto a una creciente coalición de países, está resuelto a tomar todas las medidas necesarias para defendernos y desarmar al régimen iraquí", agregó.
Por su parte, el embajador de Gran Bretaña ante la ONU, Jeremy Greenstock, declaró que es "muy probable" que un proyecto de resolución capaz de reunir una mayoría de votos sea presentado al Consejo a mediados de febrero.
Su formulación dependerá del contenido del informe que los jefes de inspectores de desarme Hans Blix y Mohamed el Baradei presenten al consejo el 14 de febrero. Si Blix reafirma -como lo hizo el 27 de enero- que "Irak no parece haber aceptado completamente el desarme que le fue reclamado", entonces "los dados están echados", dijo un diplomático.
En ese caso, la votación por amplia mayoría de una resolución que establezca nuevas "violaciones patentes" sin duda abriría la vía -según los términos de la resolución 1.441 del 8 de noviembre- a "graves consecuencias", un eufemismo diplomático para referirse a un ataque a gran escala.
Francia indicó claramente durante las difíciles negociaciones que desembocaron en la resolución 1.441 que en esas condiciones no sólo votaría tal texto sino que estaría dispuesto a redactarlo.
Los únicos que podrían abstenerse son Siria y tal vez Alemania, según diplomáticos, que descartaron la posibilidad de un veto de Rusia o de China.
En cambio, la situación sería distinta si -como muchos diplomáticos piensan- el informe de los inspectores es positivo o ambiguo y está acompañado de nuevos "gestos" de Bagdad, como el de las primeras entrevistas privadas entre los inspectores y científicos iraquíes (ver aparte). Las palabras laudatorias de Blix hacia Irak por este motivo también podrían ser un anticipo de lo que ocurrirá el 14.
En busca de los 9 votos
El secretario de Estado Colin Powell declaró el jueves que las entrevistas bilaterales que mantuvo luego de que el miércoles presentara sus "pruebas" contra Irak le permitieron detectar "un cambio de actitud que sugiere que cada vez más países se están dando cuenta de que la situación no puede durar indefinidamente".
Algunos países -en particular Chile, Pakistán, Camerún, Angola y Guinea- habrían señalado estar dispuestos a sumarse a una resolución que abra inmediatamente la vía a una operación militar, según fuentes estadounidenses.
Sin embargo, ayer ninguno de esos países había confirmado un cambio de su posición oficial, que afirma que las inspecciones son útiles, eventualmente deben ser reforzadas y que no hay que ponerles un plazo.
Pero si el cambio de posición se confirmara, se sumarían cinco votos a los actuales votos de Estados Unidos, Gran Bretaña, España y Bulgaria, lo que permitiría obtener los nueve (sobre 15) necesarios para adoptar una resolución. Rusia, China y Francia se encontrarían entonces ante la difícil decisión de imponer o no su veto.
"No es un juego y no se terminó"
Un índice del nivel de rispidez que alcanzó la confrontación lo demuestra la réplica del primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, quien envió un fuerte mensaje a Bush: "No es un juego y no ha terminado". El comentario fue en respuesta a la declaración de Bush del jueves a la noche, quien dijo que "el juego ha terminado", para Saddam Hussein.
Rumsfeld: fracasó la diplomacia
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se reunió con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, quien dio por fracasadas las gestiones diplomáticas en torno a Irak. "En los últimos 12 años hemos visto enormes esfuerzos por parte de la diplomacia y la comunidad internacional, y (esos esfuerzos) han fracasado", afirmó el secretario norteamericano en Roma, tras entrevistarse con Berlusconi.
Según Rumsfeld, ni la diplomacia, ni las sanciones económicas ni una limitada actividad militar han logrado desarmar al presidente iraquí. "Cada semana o mes que pasa supone un aumento del riesgo de que se utilicen armas químicas o nucleares contra nosotros", alertó a su auditorio italiano. (AFP y Reuters)