Gustavo Conti / Ovación
Montevideo (enviado especial).- Clima hubo, ambiente también. El campo de juego, impecable. Tenfield (la TyC local) le dio status con su transmisión en vivo para Uruguay y Defensor Sporting jamás lo tomó como amistoso. Es decir, todos esos condimentos avalaron claramente el calificativo de serio que el Bambino le dio al partido de anoche. Y el único que rompió el molde fue precisamente su equipo. Lejos seguramente de lo que pretende, Newell's no pasó el examen de anoche. Más allá del resultado, es cierto, de nada sirve, generó la sensación de que se cocina a fuego lento. La desdibujada imagen que dejó no es un dato menor a menos de nueve días del inicio del Clausura. Newell's careció casi siemrpe de juego asociado, imprescindible para avalar cualquier ilusión de triunfo. Sin él, sólo inquietó (una vez en el primer tiempo, con remates sucios en el segundo) cuando el rival pifiaba como en el grosero error de Díaz en el minuto final que casi derivó en el empate de Rosales. Al equipo de Veira pareció faltarle un conductor, el hombre con la personalidad suficiente para que el juego gire en torno a él o bien empuje a los demás hacia adelante manejando los tiempos. No cumplió esa función Manso, menos Liendo y para colmo Rosales tampoco estuvo tan inspirado como en los amistosos light de la pretemporada. Newell's fue tan apático en el primer tiempo que las pocas pelotas limpias pasaron por Domínguez, poco por Manso y nada por Liendo y Villar. Era cantado que Domizi debía entrar por aquello del empuje y pese a que no estará en el debut frente a River Plate, lo mismo que Silvani, quien más allá de que no estuvo alimentado como Sacripanti y que ambos no estaban al ciento por ciento físicamente, se nota que tiene argumentos para calzarse la nueve en el Clausura. Con esas variantes Veira logró que su equipo al menos se metiera en el partido, que jugara más en el campo contrario consiguiendo varios tiros libres con los cuales llenó de centros el área rival y marcó algo más de presencia. Y hasta aquí si no se mencionó que Defensor ya ganaba por entonces con un gol exquisito de Liberman de tiro libre es porque, como se dijo, el resultado fue lo de menos. En cambio sí vale remarcar que tanto Vella como Adinolfi ofrecieron ventajas por sus laterales (ayudados por la poca contención en el mediocampo) y hasta Crosa entró en la confusión cuando le regaló el segundo a Rodríguez que éste desperdició increíblemente para que la derrota lastimara menos. Veira tomó estas dos presentaciones en Montevideo con la debida seriedad que la premura del calendario exige. Seguramente habrá atenuantes pero también mucho de que hablar hoy para que mañana ante Nacional Newell's pueda entregar otra imagen que fortifique su autoestima y genere hacia afuera el sueño de, esta vez sí, una buena campaña. Sueño al que, por ahora, le falta un golpe de horno.
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