Año CXXXVI
 Nº 49.747
Rosario,
sábado  08 de
febrero de 2003
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Tenis. Copa Davis
Muy cerca de los cuartos
Argentina se puso 2 a 0 en la primera jornada

Alejandro Cachari / Ovación

Buenos Aires (enviado especial).- La suerte está echada. Argentina quedó ayer a un partido de instalarse por segundo año consecutivo en los cuartos de final de la Copa Davis tras las victorias de Gastón Gaudio y David Nalbandian sobre los alemanes Rainer Schuettler y Lars Burgsmüller, respectivamente.
En dos partidos diametralmente opuestos en cuanto a calidad y características, el Gato y el flamante top ten que tiene el tenis argentino hicieron su parte para que hoy el propio Nalbandian y Lucas Arnold traten de cerrar la serie frente a los teutones David Prinosil y Michael Kohlmann. Eso será alrededor de las 11.30, un horario desusado para la Davis, pero contemporizador con la TV que tenía que encontrarle la vuelta a la Davis y al partido de la selección de Bielsa frente a Estados Unidos en Miami.
Podrá decirse con mayor o menor rigurosidad que las lesiones de los rivales siguen beneficiando a Argentina en la Copa Davis. Ya sucedió el año pasado cuando Australia llegó sin posibilidades, llámese sin estrellas y Croacia sólo pudo contar con Goran Ivanisevic en el dobles. Pero no es menos atendible recordar que no hace mucho Argentina perdía con rivales superiores e inferiores. De hecho le llevó casi una década retornar al circuito privilegiado.
No obstante, no es un dato menor que Alemania no haya tenido en el flamante court de River a su gran figura Tommy Haas y al siempre combativo y tribunero Nicolas Kiefer. Esas ausencias le allanaron el camino al equipo de Gustavo Luza. No es lo mismo que decir que el match era sencillo y se trataba apenas de un trámite.
El dato que robustece la victoria parcial es que a Buenos Aires llegó el finalista del primer Grand Slam de la temporada, Rainer Schuettler.
Que haya pasado casi desapercibido es pura responsabilidad de Gastón Gaudio y su sana costumbre de convertirse casi en imbatible cada vez que juega la Copa Davis.
Para sorpresa de todos, el partido más difícil de la jornada, el punto en cuestión si de lógica se trata, duró apenas una hora y 31 minutos. Tiempo suficiente para comprobar el desmoronamiento progresivo de Schuettler y engrosar una impresionante estadística del Gato en partidos por la Ensaladera de Plata: 10 triunfos y una sola derrota (en la semifinal del año pasado ante Kafelnikov en Moscú).
A Nalbandian le pesó la responsabilidad después del primero y para colmo de males se encontró con un "suicida tenístico" que empezó a tirar todo lo que le pasaba cerca a las líneas para intentar compensar un partido que si hubiera tenido un desarrollo medianamente lógico hubiera terminado mucho tiempo antes.
Pero el paso que dio adelante el cordobés es gigantesco. Tanto es así que, dobles mediante, es probable que el partido más promocionado de la serie (Nalbandian-Schuettler) pase a la columna de las anécdotas ya que Argentina tendrá hoy muchas chances de definir la serie.
Si no es así, mañana tendrá dos oportunidades más. Entre ellas, la revancha de los cuartos de final del Australian Open, cuando Schuettler sacó del torneo a Nalbandian.
"Por la Davis no me gana ni loco", dijo aquella vez el cordobés. Ojalá que así sea. O mejor todavía, que no haga falta ese resultado y que se pueda disfrutar de un partido entre dos tenistas de altísimo nivel que sólo juegan para cumplir.



A Nalbandian le costó pero venció a Burgsmüller.
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