Nalbandian: Una cuestión de peso específico

Trabajó más de lo previsto para conseguir el segundo punto

En el segundo match la historia fue diferente. Es que estaban en juego ciertas cuestiones que hasta aquí no habían podido testearse; el carácter de Nalbandian para afrontar un partido de Copa Davis como local, por ejemplo. La adaptación del alemán Lars Burgsmüller al polvo de ladrillo, su temperamento, sus virtudes poco difundidas en este tipo de competencias a partir de su lugar de cuarto singlista alemán.
Nalbandian invirtió casi dos horas y media para imponerse por 6/1, 7/6 (7/4) y 7/5. En realidad, todo dependía de lo que sucediera en la cabeza del número uno de Argentina. Si el comando principal del número nueve del mundo funcionaba con regularidad, era cuestión de esperar el momento. Sólo eso. La verdad es que el sorteo le vino fenómeno a David. Arrancar detrás de un gran triunfo de Gaudio evitaba tener que lidiar con los nervios y la ansiedad de un debut que además estaba condimentado con una buena dosis de exitismo típicamente argentino. Es decir, a ninguno de los presentes en las instalaciones de River se le cruzaba por la cabeza que su top ten pudiera perder con un tal Burgsmueller.
Nalbandian arrancó con el envión que le dejó Gaudio y cuando la gente terminó de acomodarse ya se había llevado el primer parcial por 6/1.
Todo parecía encaminado para el 2/0 ideal. Sólo que parece ser que David se dio cuenta de dónde estaba, qué generaba y por qué jugaba. El lapsus, con una pequeñísima pizca de pánico escénico, lo puso 2/4. Pero su juego, naturalmente superior al de Burgsmueller, le permitió sobrellevar el chubasco y quebró en el octavo para 4 iguales. Después se fueron al tie break.
Arrancó con una doble falta de David, pero terminó con un 7/4 merecido para el argentino que empezó a ver en el fondo una luz que indicaba el final del camino.
El tercero fue el más parejo y emotivo. El argentino levantó un set point en 4/5 con su servicio y se llevó el partido en el segundo match point de que dispuso en el 12º game. Misión cumplida. A pesar de los vaivenes y las irregularidades que no permitieron ver al verdadero top ten que tiene Argentina.