Una pareja de ancianos fue hallada muerta ayer en la casa que compartían en Rioja al 600 por un vecino que se extrañó al no observar movimientos en la vivienda. La escena que encontró al entrar al dormitorio era desgarradora: los esposos estaban abrazados en el piso de la habitación y recostados contra la cama. La policía no halló signos externos de muerte violenta ni rastros de un robo, aunque las causas del fallecimiento serán establecidas por la autopsia. Todo hacía presumir que murieron por causas naturales.
La hipótesis de la policía es que el hombre habría fallecido primero y esto causó tal angustia a su compañera, minusválida y con trastornos de salud, que le provocó la muerte al poco tiempo, "probablemente por un paro cardíaco", arriesgó un investigador.
Francisco Domínguez, de 81 años, y Julia Argentina Fernández, de 91, fueron hallados sin vida por un vecino de 75 que era amigo de la pareja desde hace más de 40 años. La policía indicó que los ancianos vivían en concubinato desde hacía muchos años en su casa de Rioja 670.
A Domínguez lo aquejaba una enfermedad en la próstata por la que debía usar una sonda uretral, según las fuentes, mientras que la mujer era inválida y debía ser asistida permanentemente por su compañero porque padecía el mal de Alzheimer. En la casa de planta baja los policías encontraron un sinnúmero de medicamentos que los ancianos tomaban por sus problemas de salud. Los dos eran jubilados -él había trabajado como taxista y ella en el Ilar, de Paraguay y Ocampo- y se atendían por Pami.
Una persiana levantada
Al parecer Domínguez "era un hombre muy meticuloso" con los horarios. Esto hizo que su vecino y amigo sospechara que algo raro pasaba cuando, con el correr de los días, comprobó que las persianas siempre estaban altas y no se observaban movimientos en el interior de la vivienda. "Todos los días a las 21.30 bajaba las persianas", corroboró Federico, un quiosquero de 26 años que atiende un local frente a la vivienda.
El vecino -que tenía una copia de la llave- ingresó a la casa a las 11.40 acompañado de Orfilia, otra vecina de 72 años, con quien encontró a los dos ancianos sin vida, abrazados en el dormitorio.
El médico forense que examinó los cadáveres estableció que el hombre llevaba unos tres a cuatro días fallecido mientras que el deceso de la mujer fue más reciente. Por esta razón el cuerpo de Domínguez había comenzado a descomponerse. La mujer, en tanto, presentaba signos de desnutrición. El examen no detectó indicios de que las muertes se produjeran por causas violentas. De todos modos se abrió una causa judicial caratulada "muerte dudosa" en el juzgado de Instrucción en turno, hasta tanto la autopsia confirme las razones de los decesos.
Los investigadores no hallaron familiares de los muertos en Rosario. Pero sí fueron contactados dos sobrinos, uno de cada miembro de la pareja, que residen en Buenos Aires y Córdoba. Sin embargo Orfilia, la vecina que halló los cadáveres, contó que la mujer tenía hijos de un matrimonio anterior que residen en Buenos Aires.
"El la cambiaba, le daba de comer en la boca, la atendía como a un chico. Ni un matrimonio joven se debe llevar tan bien como lo hacían ellos", reveló Orfilia. La mujer señaló que al hombre iban a operarlo el próximo 20 de febrero en el Pami I. "Me dijo que le habían encontrado un tumor", acotó. Según lo que el propio Domínguez le había manifestado, estaba muy angustiado desde que sus ahorros quedaron atrapados en el corralito. Además, el ex taxista le había comentado a su vecino que desde hacía tiempo "la veía muy mal" a su señora.
"Se amaban y cuidaban mucho", señaló un vocero. Pancho y Nonina -así los llamaban en el barrio- eran estimados por los vecinos, quienes los describieron como "muy respetuosos y reservados".
A causa de los problemas de salud de la mujer, todas las tardes Domínguez la sacaba a pasear hasta San Martín y Córdoba abrazada a él, porque la mujer no tenía silla de ruedas. Orfilia, quien habló por última vez con el matrimonio hace una semana, recordó con tristeza esos paseos diarios: "Yo siempre les decía: ahí salen los novios a caminar". Ayer la ventana que delató la muerte seguía abierta y decorada por algunas flores artificiales.