Año CXXXVI
 Nº 49.742
Rosario,
lunes  03 de
febrero de 2003
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Brutal crimen en una vivienda de avenida Francia al 5800
Asesinaron a golpes a un anciano en un presunto intento de robo
De la casa, que estaba desordenada, solo faltaban dos armas. El hombre fue amordazado antes de morir

Un hombre de 80 años fue amordazado y asesinado brutalmente a golpes en el desenlace de un robo a su vivienda de la zona suroeste de la ciudad. Carlos Piermatei fue hallado sin vida por su hermano la mañana de ayer. Su cuerpo estaba tendido en la cocina de la casa que había heredado de sus padres y en la que había transcurrido toda su vida. Anoche, los investigadores sospechaban que el homicidio ocurrió la noche del sábado y de acuerdo a las primeras pistas, de la vivienda sólo faltaban dos armas que eran de la víctima.
Piermatei era soltero y vivía solo en una vieja casona de avenida Francia al 5800 que había sido de sus padres. Una edificación antigua, con galería al costado y separada con un enrejado del parque que la rodea. El hombre había asegurado con rejas también el frente del jardín que el mismo cuidaba con esmero, y el fondo de la casa había sido cercado por un alambre tejido. Muy cerca de ese alambrado está la ventana de la cocina, también enrejada, que los ladrones violentaron para entrar a la vivienda.
La noche del sábado Piermatei había compartido con amigos algunas partidas de naipes en un club del barrio. Tras ello, alrededor de las 21.30, decidió regresar a su casa a bordo del viejo Ford Falcon de su propiedad. Pero cuando llegó algo ocurrió: o Piermatei sorprendió a los ladrones dentro de su vivienda o los delincuentes estaban esperando su arribo y el sorprendido fue él.

El auto fuera del garaje
Lo cierto es que la mañana de ayer, cuando Luis Piermatei llegó a la vivienda de su hermano y vio que el Falcon estaba estacionado a pleno sol al lado de la casa y no dentro del garaje como habitualmente ocurría, sospechó que algo había pasado. Su preocupación creció cuando se acercó a la parrilla y comprobó que Carlos aún no había encendido el fuego para hacer el asado que iban a compartir.
Entonces decidió ingresar a la casa y cuando llegó a la cocina halló a su hermano tirado en el piso. Estaba amordazado, atado de pies y manos, y con visibles signos de golpes en distintas partes del cuerpo. El resto de la casa estaba totalmente desordenada, pero sólo faltaban una escopeta y un revólver, de acuerdo a lo poco que pudieron relevar los familiares que se acercaron a la vivienda donde ocurrió el crimen shockeados por la situación.
Anoche, cuando el resultado de la autopsia aún no se conocía, los investigadores policiales sospechaban que Piermatei podría haber muerto por asfixia, debido a las ataduras que le hicieron sus atacantes. Pero también remarcaron que había recibido golpes en distintas partes del cuerpo.
En la requisa que los investigadores hicieron en la vivienda hallaron una gruesa viga de cemento que fue incautada. Para los pesquisas, ese elemento podría haber sido utilizado por los maleantes para romper las rejas de la ventana de la cocina por la que ingresaron a la casa. También llevaron del lugar del crimen otros elementos y tomaron huellas para la posible identificación de los criminales.
Piermatei, que por muchos años se dedicó a la venta de seguros, vivía de su jubilación, sin privaciones ni lujos, aseguraron sus familiares. Pasaba las mañanas trabajando en el jardín, con un mate que no dudaba en compartir con los conocidos del barrio que ayer se juntaban bajo el abrasador sol del mediodía preguntándose sobre lo ocurrido y observando el trabajo de los policías.
A esos mismos vecinos les llamó la atención que los dos perritos, "chiquitos, pero muy guardianes", que tenía Piermatei, ayer habían desaparecido de la casa. El amplio parque que rodea la vivienda concentra la atención de la cuadra, con edificaciones más cerradas y estrechas. El hombre cuidaba solo los frutales y el césped, vestigios de la quinta que desde chico cuidó con su familia antes de que el lugar se loteara.
La muerte de Piermatei indignó a los vecinos del barrio, que lo consideraban una persona sumamente activa. "Era muy jovial, tenía mucha energía", contaron quienes se acercaron a la puerta de la casa al enterarse lo que había ocurrido. "Había cercado el jardín por seguridad", contaban a la vez que recordaban que el único antecedente de inseguridad que padeció el anciano asesinado fue el intento de robo de una garrafa, muchos años atrás.



El hermano sospechó porque quedó el Falcon en la calle. (Foto: Daniel Carrizo)
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