Caracas. - La oposición venezolana se volcó a votar simbólicamente ayer en contra del presidente Hugo Chávez en un referéndum alternativo, mientras el mandatario celebró la "derrota" del paro general de dos meses que buscaba su renuncia. Diversos incidentes aislados en Caracas dejaron por lo menos cuatro heridos. Ambas partes están enfrascadas en una aguda confrontación política y, pese a que negocian con el auspicio de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de un grupo de países amigos, cada día parecen estar más lejos de un acuerdo para salir de la crisis.
Miles de opositores participaron en un proceso de recolección de firmas, llamado "el firmazo", con el que planean impulsar distintas vías constitucionales que lleven al fin del gobierno del teniente coronel retirado, quien se negó a dimitir pese a los graves efectos económicos del "paro cívico" que dejó al país sin sus vitales ingresos petroleros.
Las personas debían firmar 10 planillas distintas, que incluyen una que pide una enmienda constitucional para recortar el período presidencial de seis a cuatro años y otra que apoya un referendo revocatorio del mandato de Chávez, ambas opciones están siendo discutidas en la mesa de negociación. Como propuestas alternativas, también se recogieron firmas para desconocer a Chávez como presidente; revocar el mandato de 48 diputados y suplentes del oficialismo; para un referendo derogatorio de cuatro docenas de leyes aprobadas a fines del 2001 y para convocar a una asamblea nacional constituyente.
En plazas públicas, escuelas, centros comerciales y calles del país de 23 millones de habitantes fueron dispuestos unos 4.000 centros improvisados de recolección de firmas, formados por voluntarios que hasta prestaron mesas y sillas. En algunos lugares en el centro de Caracas pequeños grupos de chavistas atacaron con piedras a los opositores que esperaban en largas filas para firmar, siendo repelidos por los cuerpos de seguridad y dejando un saldo de al menos cuatro heridos leves, dos de ellos policías.
"El firmazo" se dio un día después de que los promotores del paro -empresarios, sindicalistas, partidos políticos y grupos civiles- anunciaron su desmontaje progresivo, luego que perdió fuerza en varios sectores que no pudieron soportar más las pérdidas y que el gobierno fue tomando las riendas de la actividad petrolera.
Venezuela, de fiesta
"Hoy le ponemos la corona a una nueva victoria, victoria popular en el combate por la patria", expresó Chávez durante su programa semanal de radio y televisión ¡Aló Presidente!, desde el palacio presidencial. El mandatario destacó la recuperación de la actividad petrolera del quinto exportador mundial de crudo, que estuvo casi detenida luego que gran parte de los trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) se sumaron al paro.
"Venezuela está de fiesta, tremendo aniversario del inicio del gobierno revolucionario", comentó Chávez al precisar que el sábado se logró poner en marcha la refinería de Amuay-Cardón, la más grande de Latinoamérica y que estuvo paralizada desde diciembre.
Chávez ganó la presidencia en diciembre de 1998 con un elevado apoyo popular y sus promesas de acabar con el desempleo, la corrupción y la pobreza. La oposición pide su salida del poder acusándolo de no haber cumplido sus promesas. El gobierno ha destinado personal sustituto y tropas para restablecer las actividades de PDVSA y despidió a más de 5.000 trabajadores.
Chávez expresó que la producción se está recuperando constantemente para ubicarse actualmente en 1,78 millones de barriles por día (bpd), muy por encima de los 150.000 bpd de finales de diciembre pero todavía lejos de los 3,2 millones bpd que producía el país antes del paro.
Los trabajadores petroleros en paro sostienen que la producción apenas sobrepasa el millón de bpd. Ambas partes han venido dando versiones distintas. En "el firmazo" se recolectaron firmas en apoyo a los empleados de PDVSA, muchos de los cuales dijeron que no abandonarán su lucha hasta que se logre un acuerdo electoral.
El sábado, los promotores del paro anunciaron el abandono progresivo de la protesta estableciendo horarios limitados para los comercios e industrias. La banca volverá a operar en su horario normal y las escuelas reanudarán clases. Sin embargo, descartaron que el desmontaje constituya una derrota, porque logró captar la atención internacional. (Reuters y DPA)
La Ciudad
