| | Y siguen los récords: la térmica trepó ayer a 47,2º
| Después del efímero respiro que pareció tener el sábado, cuando un leve chaparrón hizo bajar el termómetro a niveles un poco más razonables, Rosario cosechó ayer un nuevo récord: la sensación térmica trepó a 47.2 grados a las 16. Más tarde, entre las 17 y las 18, la temperatura descendió abruptamente de 38 a 29 grados, y siguió bajando mientras el cielo amenazaba con lluvias. Con estos 47.2 grados de térmica, se superaron los 46 que se habían sufrido el viernes, a las 17.20, cuando el termómetro del Servicio Meteorológico marcó 39.5 grados de temperatura real, nivel que ayer no se superó. La temperatura máxima de la jornada fue de 38 grados, a las 17, cuando ya la sensación térmica había bajado respecto de una hora antes. Es que mientras a las 16 la humedad (una variable que incide en la sensación térmica) llegó al 47 por ciento, a las 17 ya era del 43 por ciento. Pero el calor acompañó a los rosarinos desde la primera hora, y ya al mediodía la térmica había superado los 40 grados. A las 12 fue de 40.7; a las 13, de 43.8; a las 14, de 45.2; a las 15, de 45.7, para llegar a los fatídicos 47.2 de las 16. Pero a partir de las 17 todo cambió. Los 38 grados de temperatura que se registraron a esa hora bajaron a 29 una hora después, y a 26 a las 19. Un frente de aire frío varió las condiciones y generó el alerta meteorológico. Al cierre de esta edición se esperaban tormentas para la noche.
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