Año CXXXVI
 Nº 49.734
Rosario,
domingo  26 de
enero de 2003
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Carnavales 2003. Jujuy
Disfraces en la Quebrada de Humahuaca

El carnaval jujeño es uno de los festejos más tradicionales de la provincia, sobre todo en la zona norte. Prueba de ello es que en los pueblos de la Quebrada de Humahuaca y la región de la Puna los integrantes de las comparsas comenzaron hace rato a reagruparse. Este año, el carnaval se celebrará el 3 y 4 de marzo, ya que se mantiene la tradición del feriado de lunes y martes, al que se agrega el fin de semana previo.
El carácter profundamente popular y arraigado que tienen los festejos no dejan a nadie afuera, al punto que se paralizan las actividades laborales y escolares, por lo que las clases comienzan el 5 de marzo.
Previo a la ceremonia del desentierro del Diablo del Carnaval, que se realizará el sábado 1º de marzo, el 27 del mes próximo se festeja el Jueves de Comadres. Ese día las comadres se encuentran para contarse lo que pasó con sus ahijados, con los maridos, los animales y el futuro de la cosecha estacional, entre alegrías y lamentos.
También tienen permiso para salir a bailar y retornar a la casa a la hora que lo deseen, sin obligación de cumplir con las tareas cotidianas. Claro está que también ellos, los compadres, tienen su Jueves, y es el anterior al de sus esposas.

Muñeco de diablo
El sábado 1º de marzo la comparsa se dirige al mojón, donde el año anterior los integrantes enterraron en un pozo al "Pujllay" (diablo), por lo general a campo abierto. Se trata de un muñeco con la imagen de diablo que es sacado de la oscuridad de la tierra para que divierta a la gente, luego de un año de penurias.
Esta celebración se realiza tomando vino, cerveza, chicha (un brebaje de maíz o maní, que produce su propio alcohol por la fermentación), además de cantar coplas con caja y bailar con los grupos de sikuris o bandas que hacen sonar instrumentos de bronce.
En algunas comparsas se acostumbra a que una vez desenterrado el "Pujllay", un hombre disfrazado de diablo corra por el campo hasta ser alcanzado. También los hombres corren a las mujeres, para convertirla en la primera compañía del festejo, aunque pueden cambiar de pareja durante los días siguientes.
Una vez que reina la calma en la comparsa, el más antiguo toma la delantera y comienza el baile por la zona o poblado, con el estandarte identificatorio, aunque lo más común es hacerlo con una planta de maíz, símbolo de la fertilidad.
Las comparsas se reúnen en los fortines o sedes propias, donde reciben las visitas y las obsequian, según sus recursos, con comidas regionales y bebidas.
Es costumbre de "fusilar" a los que no quieren bailar. La fusilada significa hacerlo tomar al invitado un vaso de vino o chicha completo como castigo por su negativa.

Padrinos de la bebida
Los gastos del carnaval se mitigan nombrando cada comparsa un "padrino". Hay padrinos de la bebida, la comida, de los disfraces, de la bandera, del transporte. Las comparsas más conocidas son los Pecha Pecha, Los Acidos, Puyas Puyas, Aires Nativos, Juventud Alegre, Los Picaflores y Flor de Lirios, entre otras.
El festejo más tradicional es en el norte de Jujuy, en el pueblo de Humahuaca, al que el músico Edmundo Zaldívar, le dedicó el carnavalito El Humahuaqueño, que suena en forma permanente, sobre todo para cuando se aproxima la celebración popular.
En Jujuy comienza a sentirse el aire del carnaval cuando aparece el perfume de la planta de albahaca, que en los mercados se las vende por ramos y se la utiliza durante las fiestas, e inclusive en la preparación de la humita.
No faltan las bandas de sicuris, los anateros y sonido de los erkes, la caña larga con una bocina en la punta que hace estremecer a los que recién toman contacto con la música andina, o el estridente redoblante y los bombos que marcan el latido de la multitud en las coloridas rondas bailables.
En la ciudad de San Pedro, a 65 kilómetros de la capital jujeña, hacia el este, se realiza también un corso, al que la intendencia le dio la categoría de espectáculo al estilo del carnaval correntino, que comenzará el sábado 1º de marzo y se extenderá por más de una semana. (Télam)


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