Año CXXXVI
 Nº 49.726
Rosario,
sábado  18 de
enero de 2003
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A regañadientes, el jefe del organismo avaló la firma de la carta de intención
Köhler: el acuerdo con Argentina es muy riesgoso para el Fondo
Preocupa la falta de consenso político. La negociación con los privados demandará dos años

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, dijo ayer que recomendará al directorio del organismo aprobar el acuerdo de transición con Argentina aunque advirtió que el mismo representa "grandes riesgos" debido a la "fragilidad" de la política macroeconómica y la falta de consenso político. En tanto, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, aclaró que las negociaciones con los acreedores privados durarán al menos dos años.
El acuerdo alcanzado el jueves aún debe ser ratificado por el directorio del Fondo en su reunión del jueves 23 de enero. Horst Köhler, director gerente del organismo, dijo que recomendará "la aprobación de este acuerdo como demostración de buena fe de la comunidad internacional a favor del pueblo argentino", y a modo de reconocimiento porque la economía "se ha estabilizado de alguna forma en los últimos meses".
Sin embargo, el funcionario, que tuvo que ser presionado por los países del G-7 para acelerar las negociaciones, no se privó de dejar sentada su posición. Advirtió que el acuerdo acarrea "riesgos excepcionales" para el organismo debido a "la fragilidad del marco de política macroeconómica y los desafíos políticos para implementar el programa".
El funcionario prometió que el staff del Fondo "pondrá todo de su parte para que el programa funcione" pero anticipó que "el éxito o el fracaso dependerán de las acciones que tome el gobierno argentino".
En ese sentido, manifestó su esperanza de que el respaldo del organismo, concedido a regañadientes después de un año de duras negociaciones "catalizará un esfuerzo cohesivo por parte de las autoridades argentinas, las provincias, legisladores y la sociedad civil, para implementar plenamente este programa".
La visión desde el gobierno argentino fue mucho más optimista. Para el presidente Duhalde el acuerdo con el FMI "es como haber cumplido un hito" y se mostró satisfecho porque "finalmente se entendió que la Argentina tiene todo el derecho de llevar su política económica, de tener un criterio propio en torno a qué quiere decir una economía sustentable".
Por su parte, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, criticó a los candidatos presidenciales por no haber demostrado "voluntad" ni "compromiso" para "consensuar un programa de más largo plazo", que hubiera permitido asegurar una reprogramación de la deuda hasta diciembre próximo, y no hasta agosto, como finalmente se definió.

La negociación privada
Lavagna ratificó que en febrero comenzará el proceso de renegociación con los acreedores privados, luego de que la semana próxima se defina el nombre del banco de inversión que asesorará al gobierno en ese tema.
Sin embargo, y aunque consideró que le acuerdo con el Fondo facilita las cosas, aclaró que ese proceso de renegociación "es complejo" y llevará "como mínimo dos años".
Economía inició "un proceso para elegir un asesor financiero internacional que no va negociar con la Argentina, simplemente va a asistir en un proceso de identificación de grandes acreedores, que es complejo, porque hay bancos, fondos de pensión, y alrededor de 300 mil personas en Italia, Alemania y poco menos en Japón", señaló el ministro.
El asesor será designado la próxima semana por una licitación internacional, en la cual ganará el que ofrezca menor precio.
Algunos analistas creen que dos años es mucho tiempo para que Argentina vuelva a pagar sus deudas, pero también saben que el país necesita tiempo para retomar el crecimiento para poder plantear un plan de pagos que sea sostenible en el tiempo.
"La economía necesitará dinero mucho antes que en dos años, incluso si logran renegociar la deuda en 12 ó 18 meses será difícil para ellos acceder a financiamiento en dos años", dijo uno de Van Eck Capital, miembro del Comité de Tenedores de Bonos de Argentina (ABC por sus sigla en inglés). El analista agregó: "Si esperan dos años para empezar, obviamente estarán sin crédito por tres o cuatro años".



Haciendo pucheros, Köhler recomendará el acuerdo.
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