Año CXXXVI
 Nº 49.726
Rosario,
sábado  18 de
enero de 2003
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Señalan que el Instituto de Promoción debe servir para rearmar la cadena
Ganadería: "Falta un plan estratégico"
El titular de Aprocaboa, Angel Girardi, indicó que el desafío es aumentar la producción

El Instituto de la Carne no tiene que servir para decir que la carne argentina es la mejor sino para avanzar en un plan estratégico que permita sacar al sector de su estado de hibernación". El presidente de la Asociación de Productores de Carne Bovina Argentina (Aprocaboa), Angel Girardi, considera que este año subirán las exportaciones cárnicas, lo cual agudizará el problema de la falta de hacienda. De allí que consideró que el desafío que enfrenta el nuevo organismo creado para promocionar la carne bovina será unir a la cadena ganadera en la elaboración de un programa de largo aliento para aumentar la producción.
-¿Qué cambios trajo la devaluación en la cadena productiva ganadera?
-La devaluación en un primer momento provocó el temor a hacer cualquier cosa. Pero cuando se vio que milagrosamente no generó hiperinflación, debido a la hiperrecesión que hay, la gente volvió a entrar en la cultura olvidada de la producción. En la ganadería primero se frenó la utilización de insumos pero luego se reactivó. Los campos, que habían bajado, ahora se tonificaron y están cerca de los valores históricos de la convertibilidad. Ahora lo que tenemos que buscar es que el asalariado esté mejor, y eso se logra mejorando el ingreso de divisas y administrando bien. A nivel de consumo, vemos como positiva la reaparición del carnicero, que antes había perdido de manos de los híper. La carne no es sólo una cuestión alimentaria sino que tiene que generar satisfacción y el rito del cliente y el carnicero ayuda a mantener eso. Claro que eso no debe afectar el hecho de que la tendencia debe ser ir a cortes y no seguir con las medias reses.
-El año pasado el sector repuntó por la reapertura de los mercados externos. ¿Se mantendrá este aumento en 2003?
-Este año creemos que van a aumentar las exportaciones. Se va a empezar a trabajar activamente con Chile, la demanda europea va a crecer y somos optimistas respecto de la apertura del mercado de Canadá a mitad de año. En Estados Unidos tenemos todavía el problema del lobby ganadero, que vio que en muchos segmentos nuestra carne los desplaza, entonces hacen presión para que no volvamos a entrar. Pero somos optimistas respecto de Canadá porque de hecho ya está ingresando Uruguay a ese mercado. Si esas previsiones de mayor exportación se cumplen, va a faltar hacienda. Los ganaderos tendrán que volver al suplemento estratégico. Es una política inteligente suministrar suplemento para llegar a un peso de faena de 440 kilos, para poder competir en todos lados.
-¿La contracara de ese aumento exportador será una caída del consumo interno?
-Creo que el consumo va a disminuir. No vamos a poder mantener los 60 kilos por habitante por año. Pero hay que tener en cuenta que la ganadería argentina va a salir por el lado de la exportación. Estuvimos cien años mirando para adentro y el resultado es que estamos estancados productivamente mientras los países competidores en el mercado mundial, como Brasil y Australia, están aumentando su producción. Para amortiguar el impacto habrá que trabajar para una mejor integración de la res. Lo que me parece que va a producir esta mayor demanda exportadora es una porcentaje mayor de retención de vientres, lo que es bueno porque puede bajar la faena de las hembras. Va a faltar hacienda para el consumo y nos parece una cosa lógica que compita con los precios, que se pague más el novillo pesado que el liviano, no como antes que si se pasaba un poco se lo castigaba.
-Se habla de un mejor panorama para los frigoríficos exportadores, pero por otro lado hay empresas que están amenazando con despedir gente.
-Es que en la ganadería hay dos Argentinas. No puede ser que determinados frigoríficos usen a los empleados como variable de ajuste y que otros usen a la Hilton para decidir si siguen o no. Tenemos que tener un estándar uniforme, no uno para el consumo y otro para la exportación.
-¿Los productores están de acuerdo con cómo se distribuye la cuota Hilton?
-Los productores ahora no tallan para nada. La distribución de la Hilton debe definirse por ley y además se deben incorporar nuevos parámetros. El principal es el cumplimiento al productor. No puede ser que empresas que cerraron, concursaron y dejaron colgados a los productores luego reciban la Hilton, porque trabajan con capital ajeno y luego se benefician con lo que les da el Estado.
-¿Qué pasa con esta inspección de la UE sobre presunta deslealtad comercial?
-Es un brete en el que nos metimos nosotros mismos. Los argentinos hicimos en su momento el protocolo de la Hilton, diciendo que tenían que ser novillos británicos, mayores de cuatro dientes. Es un error argentino porque en esa época se usaban las famosas New Type, con la moda de importar genética de EEUU y Europa, que tenían los animales a pesebre. Cuando llegaron al rodeo argentino nos generaron un problema de partos. Esa vaca se convirtió en muy grande y no estaba en condiciones de insertarse en el sistema pastoril nuestro. Cuando nos dimos cuenta de eso retrocedimos un montón de años. Por suerte se dejó de lado eso, se consolidó la parte argentina y todos sabemos que el país está exportando embriones y genética a los lugares donde nacieron los Aberdeen y Hereford.
-¿Esto se tiene que tomar en cuenta al diseñar un sistema de trazabilidad?
-La trazabilidad existe y hay que usarla con inteligencia. Hoy en Francia están pidiendo que la carne venga con denominación de origen y con exigencia de demostración. Si sacamos una trazabilidad sólo para crear más problemas al productor, vamos a generar un mayor costo y se van a beneficiar cuatro o cinco operadores. Lo que tenemos que hacer es velar por el cumplimiento, la homogeneidad sanitaria, terminar con el abigeato y la inseguridad rural, la evasión, la subfacturación y la guerra despiadada entre frigoríficos consumeros y exportadores. Que se homologue el movimiento de carne en Argentina, derivando verdaderas aduanas internas que hoy existen.
-¿El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna permitirá revertir esa historia?
-Yo no hablaría de instituto de promoción sino de instituto de la carne vacuna, porque debe servir para mucho más que promocionar y hacer publicidad. Lo que necesitamos es gente idónea que esté vinculada al sector. El gran desafío ahora es aumentar la producción. El instituto tiene que dar la visión estratégica que le falta a la Argentina. Tiene que servir para juntar a todos los eslabones que están ahora desligados. La cadena estuvo en crisis. El precio que recibe hoy el productor no es malo pero para que se incremente y se mantenga y no incida en la gente, la única posibilidad es la exportación. La máquina se puso a andar pero todavía falta. Es inaudito que el porcentaje de destete a nivel nacional no sea más del 60%. Pero estas cosas generan un manejo que hay que pagarlo. El proceso ganadero tiene que tener la mayor cantidad de terneros posibles, hay que aumentar la faena y poner todas las plantas frigoríficas a pleno, pero en base a capacidad. Otro tema que queremos es mayor control en el otorgamiento de marcas y señales. No se puede dar marca a cualquier crápula. Los cueros hay que cuidarlos pero para que el ganadero lo cuide, la industria tiene que pagar eso. Actualmente, en un novillo de 400 kilos, 25 ó 30 son cueros, y nosotros no vemos nada. Hay que avanzar en un sistema de tipificación. El instituto tiene que servir para todo eso. No tiene que decir que la carne argentina es la mejor, tiene que sacarla de su estado de hibernación.
-¿Cómo ven la gestión del Senasa?
-Creemos que está gestión del Senasa está trabajando bien, sobre todo si la comparamos con la que nos llevó al gran papelón internacional por la aftosa. También tiene que participar del instituto de la carne. El otro gran tema es convertirnos en líderes de la lucha contra la aftosa. No podemos tener tranquilidad en un continente enfermo. Hay que impulsar un plan regional de control Y, por supuesto avanzar en el tema de tuberculosis y brucelosis.



El titular de Aprocaboa instó a aumentar la producción.
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