Bruselas/Bagdad. — Los inspectores de armas de la ONU encontraron ayer once ojivas químicas vacías durante el registro de un área de almacenes de Irak, horas después de que el experto Hans Blix dijera que el país árabe tiene que hacer frente a una situación "muy peligrosa". Washington afirmó "no estar sorprendido por el descubrimiento". "Estamos al corriente de esas informaciones y esperamos recibir el informe de los inspectores", comentó el vocero del departamento de Estado Scott McClellan en Scranton, donde se encontraba el presidente George W. Bush. Irak calificó el hecho como "una tormenta en un vaso de agua", ya que la fecha de caducidad de las armas ya había pasado.
"Estos son cohetes de 122 milímetros con una ojiva vacía. No son agentes químicos o biológicos o armas de exterminio ni están relacionados con armas de exterminio", dijo el general Hussam Mohammad Amin, encargado de la relación con los inspectores de armas de la ONU. "Estos cohetes expiraron. Estaban en cajas de madera cerradas, de las que nos habíamos olvidado", expresó el funcionario. Amin retó a los inspectores de la ONU a que demostraran lo contrario y describió el asunto como "una tormenta en un vaso de agua". Estas ojivas "no tienen ninguna relación con los programas de armamento de destrucción masiva", comentó Amin.
"Estaban en excelente estado"
El portavoz de los inspectores en Irak, el japonés Hiro Ueki, comentó que "durante el curso de su inspección, el equipo descubrió ojivas químicas vacías de 122 milímetros y una ojiva que requiere mayor evaluación. Las ojivas estaban en excelentes condiciones y eran similares a las importadas por Irak a fines de los años 80. Los inspectores usaron equipos portátiles de rayo X para realizar análisis preliminares de una de las ojivas y recolectaron muestras para realizar pruebas químicas". Las ojivas fueron encontradas en un búnker en un depósito de armas de Ujeidar, al sur de Bagdad. Fuentes de la misión minimizaron el hallazgo.
Poco antes, el jefe de los inspectores de armas de la ONU, Hans Blix, comentó que Irak debe demostrar que destruyó las armas prohibidas y permitir que los científicos respondan libremente a las preguntas para hacer frente a una situación "muy peligrosa".
Los expertos de armas hicieron ayer una visita sorpresiva a la casa de dos científicos iraquíes en Bagdad, un día después de que uno de los inspectores dijo que su equipo esperaba comenzar a entrevistar a algunos de los 500 científicos que Irak identificó entre los que habían trabajado para sus programas de armas en el pasado. Fue la primera aparición de los inspectores en un distrito residencial. Los equipos de expertos han registrado plantas, instalaciones militares, universidades y palacios presidenciales desde que regresaron a Irak el 27 de noviembre tras cuatro años de ausencia.
Mientras Estados Unidos expresa su impaciencia con la respuesta iraquí a las demandas de desarme de las Naciones Unidas, Blix y el director del Organismo Internacional de Energía Atómica, Mohamed El Baradei, emprendieron una gira diplomática que concluirá el domingo en Bagdad. "El mensaje que queremos llevar a Bagdad es que la situación es muy tensa y muy peligrosa y todos quieren ver un desarme de Irak verificado y creíble", dijo Blix en Bruselas, donde se reunió con funcionarios de la Unión Europea.
Tanto Blix como El Baradei dijeron que, para evitar una guerra, Irak debe ser visto no sólo como que está cooperando sino que tiene una actitud activa en la cooperación. "Una forma sería permitir que los científicos iraquíes hablen sin un guardián presente. Otra sería que acepten que vayan al extranjero si quieren hacerlo", dijo Blix. En Moscú, El Baradei expresó: "Hubo muchas preguntas sin respuesta, particularmente en el área de armas químicas y biológicas y de misiles y también algunas en el campo nuclear".
Los precios del petróleo llegaron a sus máximos de dos años tras las declaraciones de Blix, que renovaron los temores de una fuerte disminución en el suministro si la guerra corta la exportaciones iraquíes.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU comenzó a discutir ayer la solicitud de los inspectores de armas de que se les otorgue más tiempo para buscar armas de destrucción masiva en Irak. Tanto El Baradei como Blix expresaron que necesitan "entre diez meses y un año" para terminar su trabajo. Ambos coincidieron que haría falta un segundo reporte. El Consejo mantuvo consultas a puertas cerradas sobre el pedido de extensión, pero no arribó a ningún acuerdo.
Blix afirmó que estaba "casi seguro" de que los diplomáticos pedirían otro informe en febrero. Pero el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Javier Solana, dijo que Blix "me dijo muy claramente que el tiempo que tiene por delante no es muy largo".
El funcionario afirmó que los inspectores habían encontrado en Irak materiales bélicos convencionales importados ilegalmente, algunos de los cuales datan de hace dos años, pero no habían determinado si estaban destinados a programas prohibidos.
Turquía y Jordania
En el plano diplomático, Turquía invitó ayer a Siria, Egipto, Arabia Saudita, Jordania e Irán a participar a una reunión destinada a encontrar una solución pacífica a la crisis iraquí. Según indicó el vocero del Ministerio de Relaciones Extranjeras, Yusuf Buluc, "notifiqué a los embajadores en Ankara de los cinco países visitados por el primer ministro Abdulá Gul, que Turquía está dispuesta a organizar una reunión para encontrar una salida pacífica".
En Amman, el rey Abdalá II de Jordania estimó que las posibilidades de evitar una guerra contra Irak son "mínimas". "Jordania desplegó importantes esfuerzos ante las grandes potencias, pero las posibilidades de evitar la guerra son mínimas considerando las realidades que viven la región y el mundo", declaró el rey. (Reuters, DPA y AFP) \