El seleccionado argentino Sub 20 soportó con valentía la presión de un estadio Centenario colmado y el juego de Uruguay para igualar merecidamente anoche 1 a 1, en el comienzo de la fase final del XXI Campeonato Sudamericano que otorga cuatro plazas para el Mundial de los Emiratos Arabes. Los chicos de Hugo Tocalli, acaso algo extenuados por haber jugado 48 horas antes, tuvieron una actuación de menor a mayor y gracias al coraje que mostraron en el clásico rioplatense evitaron la derrota a 8 minutos del final, con un tanto de Leonardo Pisculichi. Uruguay, animado por el multitudinario apoyo del público, ganaba con un tanto de Rubén Olivera desde los 32 minutos del primer tiempo, cuando tuvo mayor claridad y determinación. El próximo compromiso será el lunes venidero contra Ecuador, en el Campus Municipal de Maldonado. Argentina, que cambió su esquema de tres defensores por una línea de cuatro, salió con la premisa de asegurarse atrás y manejar la pelota en la mitad de la cancha con la prolijidad de Mascherano más el aporte de Rivas y Tevez, quienes se alternaban en la conducción. Pero sólo cumplió su objetivo durante un lapso efímero ya que Uruguay, en el resto de la etapa inicial, fue dominador e incomodó a su rival por el sector derecho de su ataque, donde Belluschi y Walter García eran desbordados. Después de avisar con un cabezazo de Martínez en el travesaño, cuyo rebote fue salvado en dos tiempos por Eberto, Uruguay llegó al gol (32') con una excelente maniobra personal de Olivera por derecha, quien luego de eliminar la marca de García, sometió al arquero con un derechazo alto desde una posición incómoda dentro del área. El mejor momento del equipo de Tocalli fue en el segundo tiempo, cuando se produjeron dos ingresos que compensaron el andamiaje: Pinola por García y Carrusca por Belluschi. Así, Argentina logró el equilibrio, neutralizó a los uruguayos, se animó a atacar con mayor decisión y acumuló sobrados méritos para alcanzar una igualdad que se negó en varias oportunidades. Entre los 11 y 30 minutos de la etapa dispuso de cuatro situaciones clarísimas que desaprovechó por falta de puntería en el remate de cada acción. Después de esa sucesión de jugadas de riesgo, la igualdad parecía quimérica, pero la vergüenza argentina para no renunciar al ataque entregó su premio en el minuto 37 cuando Pisculichi, fuera del área, sacó un derechazo bajo que venció la resistencia de Silva junto al palo. Ese gol puso justicia en un partido vibrante y fortaleció el espíritu del equipo argentino para encarar la parte final del Sudamericano. (Télam)
| |