Muchos de los personajes televisivos mas tiernamente guardados en el corazón de los argentinos fueron realidad gracias a Hugo Sofovich. El Manosanta con su célebre frase "Adianchi", y textos que remitían a una Argentina en donde proliferaban los curanderos truchos, sirve como un ejemplo de sus trabajos famosos. Más allá de la impronta que le agregaba el Negro Olmedo a los personajes, otra creación inolvidable de Sofovich fue el Yeneral González, un militar de republiqueta bananera, que no hacía falta demasiada imaginación para asociarla con nuestro país. El guionista también inmortalizó a Fidel Pintos, en ese peluquero que tuvo como clientes a Javier Portales, el gordo Porcel y Minguito Altavista, y cuya mayor virtud era decir de todo para no decir nada. Junto con su hermano Gerardo, también le dio vida a la mesa de "Polémica en el bar". Su mayor defecto fue quizá exprimir hasta el hartazgo las fórmulas más exitosas.
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