Es duro, como toda pretemporada. A la mañana hicimos un trabajo físico exigente por espacio de 51 minutos. Después hicimos saltos y a la tarde tuvimos los primeros contactos con el balón en espacios reducidos para ir tomando movilidad y así soltarnos un poquito del trabajo físico.
¿Fastidio? No, no podemos empezar con el fastidio a esta altura. Eso pasa en los últimos días cuando te querés ir a tu casa. Eso queda para el día 15 ó 16 cuando te pesa la rutina y la ausencia de partidos oficiales. Porque después pasa que no nos gusta perder, pero es distinto cuando vos trabajás toda la semana, pero sabés que el domingo jugás por los tres puntos. Pasa en todas las pretemporadas, al menos a mí siempre me sucedió lo mismo.
La verdad es que hay que reconocer que tenés que dormir la siesta porque si no lo hacés a la tarde no podés levantar las piernas. No es una cuestión de edad eh, el cuerpo te pasa la factura.
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La Ciudad
