Tel Aviv. - El líder de la oposición israelí, el laborista Amram Mitzna, exigió ayer la dimisión inmediata del primer ministro Ariel Sharon tras conocerse que la policía lo investiga a él y a sus dos hijos por los pagos millonarios que la familia recibió para financiar su campaña electoral en 1999. El fiscal general israelí, Eliakim Rubinstein, confirmó que se ha iniciado una investigación contra el político de 74 años y sus hijos Omri y Gilad. Los tres son sospechosos de haber incurrido en delitos de corrupción y fraude. No obstante, desde la oficina del premier se afirmó que hay documentos que demuestran la inocencia de la familia Sharon.
El diario Haaretz reveló, basándose en un documento del ministerio de Justicia, que las acusaciones contra Sharon y sus hijos se centran en el pago de donaciones electorales ilegales de más de cinco millones de shekel (1,5 millones de dólares) que Sharon habría obtenido en 1999 de mecenas a través de una empresa fantasma fundada por uno de sus consejeros. Con este dinero, Sharon quería financiar su campaña electoral en el seno del Likud para asumir la jefatura del partido tras la dimisión de Benjamin Netanyahu, que ese año había sido derrotado en las urnas por el laborista Ehud Barak.
Sin embargo, el abogado de Guiland Sharon, Yoram Rabed, informó que el hijo del primer ministro recibió un millón y medio de dólares como préstamo personal del surafricano Cyril Kern. El dinero fue utilizado para pago a profesionales en relaciones públicas a través de una compañía ficticia de la que Sharon recibió "contribuciones" durante su campaña en 1999.
Sólo un préstamo personal
En octubre de 2001, el Tribunal de Cuentas israelí, a cargo del juez Eliezer Goldberg, obligó a Sharon y a sus hijos a devolver a la firma Annex Research casi cinco millones de shekel. Esa empresa ficticia, creada antes de comenzar Sharon su campaña, se encargó de pagar a los profesionales de relaciones públicas. El ministerio de Justicia ha solicitado ayuda a su homólogo sudafricano para avanzar en la investigación, asegura el rotativo.
Kern reconoció ayer haberle prestado dinero al premier, a quien calificó como un "viejo amigo", pero negó estar involucrado de alguna forma en la política esraelí, según la Asociación de Prensa Sudafricana. "He sido amigo personal de Ariel Sharon desde 1948, cuando estuvimos juntos en el ejército. Le presté dinero a un amigo y estuve muy contento de haberlo hecho", afirmó el empresario.
A Sharon se le acusa de no haber dicho la verdad durante una audiencia política el año pasado para averiguar la verdad sobre el origen del dinero. Anteriormente, su hijo Omri, el principal consejero del primer ministro israelí, se había negado varias veces a revelar de dónde procedía el dinero.
El diario resalta que aunque son varios los escándalos que rodean al Likud, ésta es la primera vez que el propio Sharon se ve involucrado. Las encuestas señalan que pese a todo el Likud ganará las elecciones, aunque perderá escaños. El derechista Likud, está además involucrado en varios escándalos de corrupción en relación con las candidaturas para los comicios del 28 de enero.
El jefe de los laboristas y principal rival de Sharon en los comicios, Amram Mitzna, exigió la dimisión del premier. "Sharon debería dar un ejemplo positivo", aseguró. "Debería decir la verdad y dimitir". Sin embargo, el ministro de Justicia, Meir Shitrit, acusó a los medios israelíes de tratar de dañar al jefe de gobierno antes de las elecciones. "Este no es un nuevo caso y resulta extraño que surja de repente, antes de las elecciones". También el fiscal general dijo lamentar el momento en que se han hecho las revelaciones, e indicó que había retrasado la publicación de las acusaciones para no formar parte del "juego político".
Entre tanto, el Tribunal Supremo de Israel comenzó ayer las audiencias sobre las apelaciones de dos diputados árabe-israelíes a quienes el Comité Electoral, dominado por la derecha, ha prohibido que se presenten como candidatos a las elecciones parlamentarias del 28 de enero. El martes de la semana pasada, el Comité Electoral decidió que Asmi Bishara y su partido, Balad, no podrán presentarse a los comicios porque les acusa, entre otras cosas, de apoyar el terrorismo. (DPA)