El doctor Guillermo Oliver, distinguido recientemente en Paraná con el premio "Muy Bien de Oro" por su aporte a la industria alimentaria, es el creador de la leche biótica, poseedora de bacterias lácticas que facilitan la digestión y favorece la absorción del calcio. Está comprobado que el producto cura la diarrea y previene la desnutrición infantil, a la vez que otorga notables mejoras en el estado de salud general. Actualmente el científico radicado en Tucumán y su equipo están desarrollando la leche biótica en polvo. Esto significa que no transportará agua, ni requerirá cadena de frío y tendrá una duración de más de 30 días. "El proyecto está casi terminado y listo para la comercialización", declaró Oliver a La Capital. Organismos internacionales, como Unicef, depositaron su interés en la utilización del producto en las campañas contra la diarrea y la desnutrición. Simultáneamente, el científico investiga las propiedades de la leche de cabra y sus beneficios para los niños alérgicos. Con esta investigación Oliver vislumbra una oportunidad para impulsar la producción de leche de cabra a gran escala. En relación a la situación de indigencia extrema que atraviesa su provincia natal, el científico apuntó que su trabajo en prevención de la desnutrición se inició en el •84. "Desde entonces alertamos a los responsables, pero no nos escucharon", dijo, y reconoció que a pesar de las propiedades de la leche biótica "no se está utilizando en el operativo contra la desnutrición infantil encarado desde el gobierno nacional".
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