Carlos Bianchi inició su nuevo ciclo como director técnico de Boca Juniors con un breve entrenamiento en Casa Amarilla, que sirvió primordialmente para presentarse ante el plantel y comunicarle oficialmente al delantero Roberto Sosa que no lo tendrá en cuenta, lo que marcó el final de su etapa en el club. "Comenzamos a trabajar con la misma ilusión que lo hicimos en 1998 y con el objetivo de tener la misma presencia en los dos torneos que disputaremos en la primera parte del año. Si los jugadores captaron los que les dije hoy, pelearemos todos los campeonatos", dijo el Virrey en su reencuentro con la prensa. Bianchi, cuyo primer ciclo en Boca comprendió desde julio de 1998 hasta diciembre de 2001, es el entrenador más exitoso de la historia del club, halago que consiguió al conquistar tres torneos locales (Apertura 98, Clausura 99 y Apertura 2000), dos Copa Libertadores de América (2000 y 2001) y una Copa Intercontinental en Tokio ante Real Madrid en el 2000. "Cuando llegué a Boca no muchos pensaban que se podía lograr tanto, pero sin embargo lo conseguimos. No puedo garantizar que repetiremos los éxitos, pero sí que vamos a intentarlo", señaló el exitoso director técnico, que desde febrero comenzará a defender su prestigio en el torneo Clausura y la Copa Libertadores. El regreso de Bianchi a Boca, tras una temporada opaca del uruguayo Oscar Washington Tabárez empezó, como se preveía, con algunas decisiones importantes, como la de excluir del plantel al Pampa Sosa, quien no acudirá a la pretemporada que comenzará hoy en Tandil. "Hablé personalmente con Sosa y le expliqué las razones por las que no lo tendré en cuenta. No puedo tenerlo seis meses con dudas sobre si será útil a Boca, cuando tiene una opción de compra valuada en siete millones de dólares, una cifra utópica para el club", explicó Bianchi respecto del jugador del Udinese, entidad que posee sus derechos federativos. El entrenador también confirmó que el único refuerzo que solicitó es Diego Cagna, quien se sumará a la pretemporada en la Posada de los Pájaros tandilense (desde hoy hasta el 25 de enero) una vez que su mujer dé a luz en España, donde actualmente reside. "Cagna puede aportarle mucho al equipo, con su llegada estoy conforme, no pedí a nadie más. También es importante que Boca haya podido mantener a Marcelo Delgado, quien disfruta de estar en el club y del reconocimiento de la gente, algo lógico por todo lo que dio no sólo en la última parte del año pasado, sino desde que se incorporó al plantel", aclaró Bianchi. Cagna, ex Villarreal y últimamente en el Celaya de México, y Delgado, pretendido por el Yokohama Marinos de Japón, son dos debilidades de Bianchi y ni bien acordó su contrato con Boca se preocupó por contar con los dos jugadores. Entre los jugadores que no viajaron ayer a la tarde a Tandil se encuentran el mencionado Sosa, más el húngaro Robert Wagner y el defensor Facundo Imboden, pero en cambio sí fueron los delanteros Raúl Estévez, quien estaba en duda, y Alfredo Moreno -regresó de China-, más varios juveniles amateurs. Con el grupo que comenzó ayer a trabajar y la vuelta de Bianchi, Boca intentará comenzar a reconstruir la historia y transitar el camino que lo llevó hace dos años a ser el mejor equipo del mundo, para así comenzar a responder el reclamo de la mitad más uno de los argentinos. (Télam)
| |