Buenos Aires. - Los primeros resultados de las pericias sobre las huellas dactilares que se encontraban en la casa de María Marta García Belsunce, asesinada en octubre pasado, no corresponderían al nucleo familiar de la víctima, informaron anoche fuentes del caso. Los investigadores indicaron que tampoco corresponden al camillero de la funeraria ni del vecino de apellido Pachelo que era sospechoso del crimen. Las pericias arrojaron como resultado, no obstante, que se trata de huellas "muy nítidas" de manos muy pequeñas que corresponderían a una mujer o a un hombre de contextura física pequeña. Debido a la nitidez de las huellas, se permitió dilucidar que el hombre o la mujer tiene manos "muy cuidadas", a raíz de lo cual quedaría descartado que correspondiera a alguna de las empleadas de la familia, confiaron los informantes. Queda ahora identificar las marcas dactilares en un padrón de mas de dos millones de fichas que están en los archivos pertenecientes a la Policía Federal y a la policía de la provincia de Buenos Aires. Las pericias sobre las huellas dactilares recogidas en la escena del crimen eran aguardadas con gran expectativa por los investigadores, dado que se podía aclarar si correspondían o no a los integrantes del círculo íntimo de María Marta. María Marta García Belsunce fue asesinada de seis balazos -cinco que le ingresaron en el cráneo y un sexto que le rozó la cabeza- el 27 de octubre último en su casa del Carmel Country Club. Su cuerpo fue hallado con la cabeza sumergida en la bañera del toilette en suite con su habitación, y la primera versión familiar y de por lo menos un médico que llegó al lugar fue que había sido víctima de un accidente al resbalar y golpearse contra los grifos. Durante la investigación, iniciada recién a mediados de noviembre, luego de la exhumación del cadáver y la autopsia, se determinó que había sido asesinada a balazos en el primer piso de su casa, tras ser atacada en la planta baja y que la escena del crimen había sido modificada. (Télam)
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