Texas, EEUU. - George W. Bush volvió a poner ayer en primer plano las amenazas de intervención militar contra Irak, afirmando que EEUU está "listo y preparado" para actuar si ese país se negaba a eliminar sus armas de destrucción masiva. Vestido con una chaqueta militar color caqui, el presidente Bush dijo a los soldados de la base militar de Fort Hood (Texas), una de las más importantes de EEUU, que Irak "es una amenaza" para su país y que poseía armas de destrucción masiva. Dejó, sin embargo, una pequeña puerta abierta a una salida pacífica cuando afirmó que el dirigente iraquí Saddam Hussein "sabe exactamente lo que debe hacer para evitar un conflicto" y que "la utilización de la fuerza militar es la última opción que maneja EEUU. "Todavía (Saddam) puede poner fin a su actitud desafiante modificando radicalmente el rumbo. Puede optar", agregó el mandatario. Pero "si se demuestra que es necesario utilizar la fuerza, EEUU actuará con decisión", advirtió en medio de los aplausos de los soldados reunidos en esta base, que alberga a alrededor de 75.000 militares. "Estamos listos, estamos preparados", afirmó. El comandante supremo de las fuerzas armadas estadounidenses no anunció, sin embargo, el desplazamiento de unidades de la 1ª división de caballería blindada y de la 4ª división de infantería motorizada, ambas con sede en Fort Hood. Recordando que elementos de estas unidades ya habían sido desplegados en Cuba, Corea y Kuwait, indicó que "en los próximos meses más soldados con asiento en Fort Hood podrían ser destinados a otros misiones trascendentes". EEUU tiene actualmente en la zona del Golfo un número significativo de fuerzas militares en previsión de eventuales operaciones militares contra Irak si ese país se niega a desarmar como se lo exigen las Naciones Unidas. La 1ª división de caballería blindada jugó un papel decisivo durante la guerra del Golfo en 1991 para desalojar a las tropas iraquíes que estaban ocupando Kuwait desde un año antes. Al comentar la declaración entregada por las autoridades iraquíes a la ONU y en la que se pretende hacer el inventario de sus armas de destrucción masiva, Bush estimó que "el dictador iraquí no intentó ni siquiera presentar una declaración creíble. De aquí en más podemos tener la certeza de que desprecia a las Naciones Unidas y las resoluciones de sus Consejo de Seguridad. No tiene en cuenta la opinión de los demás. Se le ofreció un camino hacia la paz, pero hasta el presente eligió el del desafío", dijo el presidente estadounidense. "Si Saddam Hussein sella su destino con un rechazo a desarmarse e ignorando la opinión internacional, combatiremos, no para conquistar, sino para liberar a las personas", agregó. Con un estilo casi mesiánico, el presidente norteamericano afirmó que, "digan lo que digan sus opresores, el pueblo iraquí no quiere la tiranía. Como todos los seres humanos, quiere y merece vivir en libertad y dignidad. EEUU quiere algo más que la mera derrota del terror. Queremos hacer avanzar la libertad en un mundo en paz. Es la tarea que nos ha encomendado la historia y es la tarea que queremos cumplir", declaró. (AFP)
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