Año CXXXVI
 Nº 49.712
Rosario,
sábado  04 de
enero de 2003
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cartas
Políticos, termitas depredadoras

Termita es sinónimo de destrucción, depredación, caos. Son insectos perjudiciales tanto o más que las hormigas de mayor tamaño, difícil de detectar. En 1997 fue considerada plaga nacional en Francia y perseguida sin descanso. Comenzaron a devorar campos y bosques. Llegaron a la ciudad de París, ahí atacaron los museos, donde se conservan cuadros antiquísimos, que fueron destruidos por ser madera apolillada. Empezaron a trabajar desde los cimientos y de a poco llegaron a la mampostería. Cuando leí este artículo en La Capital pensé que estábamos alejados de ese tormento, pero me equivoqué, porque estos bichitos llegaron al país y trabajaron silenciosamente, desde hace varios años. Esos son los políticos corruptos. Ahora merecen un premio por su constancia en el trabajo de destrucción de esta sociedad. Nos engañaron con sus lindas palabras, su amor a la patria y promesas que nunca cumplieron. Nos sacaron hasta el asadito en este país ganadero por excelencia, donde cada vez consumimos menos carne. Hay políticos honestos pero no los dejan actuar por sus ideas "anticuadas". Se venden campos argentinos por pocos pesitos en la Patagonia; en Mendoza para instalar bodegas. Algún día nuestro país fue la tierra prometida, tierra promisoria, codiciada por todo el mundo. Hoy es solamente un bosquejo de aquel país que fue nuestro orgullo.
María del C. Delgado


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