Aviones de combate de las patrullas británico-estadounidenses arrojaron ayer 480.000 volantes sobre dos ciudades en una zona de "no vuelo" de Irak para que las tropas y civiles iraquíes escuchen las transmisiones radiales de las fuerzas especiales. Los volantes, que se dejaron caer sobre las ciudades de Basra y Nasiriyah, informan sobre las frecuencias en que se hacen las transmisiones contra el presidente de Irak, Saddam Hussein. También dan informes sobre la resolución 1.441 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y los resultados del trabajo de los inspectores de armas de la ONU, según un comunicado del comando central del ejército de Estados Unidos. Se trata de la duodécima vez en los últimos tres meses que se arrojan volantes en forma masiva, incluidas muchas advertencias al ejército iraquí para que dejen de apuntar a los aviones de guerra británicos y estadounidenses. Unidades de la fuerza aérea occidental aumentaron en los últimos meses sus ataques con bombas y misiles contra las defensas antiaéreas de Irak en zonas de exclusión de vuelos en el norte y sur del país. (Reuters)
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